29 mar

Reflexión martes 29 de marzo

Lectura del santo evangelio según san Juan (5,1-16):

SE celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Palabra del Señor

Reflexión
Ser discípulo es seguir a Jesús. Eso supone tener en buena disposición las facultades para caminar. Jesús entra en diálogo con un hombre que lleva treinta y ocho años con parálisis. Conoce el medio para ser curado, pero no tiene ayuda para acceder a él. El Señor le propone una sanación alternativa. Le dice que se levante, cargue con la camilla y se ponga a caminar. Llama la atención que tenga que llevar la camilla, que ya no necesita. Es signo de la historia de aquel hombre, para que no olvide su limitación, que ha superado por la palabra de Jesús. La camilla se convierte en motivo de conflicto, ya que es curado en sábado y no se podía transportar objetos. Los judíos recriminan su actitud. Para nosotros es importante no olvidar nuestra propia historia, reconocer lo que Dios ha hecho en ella y dar gracias por poder vivir como discípulos de Jesús, siguiéndole en el camino.
pastoral

pastoral

Leave a Comment