Reflexión martes 8 de junio
Del Evangelio según san Mateo 5,13-18
Vosotros sois la luz del mundo
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo».
Palabra del Señor
Reflexión
Jesús dice que somos la sal y la luz del mundo. La luz ilumina, esclarece la realidad; la sal sazona, da sabor. Tanto la metáfora de la sal como la de la luz pueden ser aplicadas del mismo modo al cristiano como a la Iglesia. Por lo que, ¿de qué están hablando en concreto? Al modo como se manifiesta la fe. Que la luz ilumine señala que, cuando hay fe, esta se tiene que ver en cuanto que irradia un modo de vivir diferente, auténtico; que tenga que haber una sal que sazone apunta a la urgencia de mostrar la fe para transformar el mundo en algo mejor, con sabor. Ciertamente, lo que ambas imágenes ponen de relieve es que la fe si es personal, lo es porque no es privada, sino pública.
Oración
Señor Jesucristo,
luz verdadera que alumbras a todo hombre
y le muestras el camino de la salvación,
concédenos la abundancia de tu fuerza,
para que preparemos delante de ti caminos de justicia y de paz.
Amén.