CALLES LLENAS DE LIBROS
Bienvenidos a un nuevo post de la sección que dedicamos a: ¿Sabías qué? En él os vamos hablar de un pueblecito llamado Hay-on-Wye situado en Gales (Reino Unido), a unos 175 kilométricos de Londres. De apenas unos 1800 habitantes, es conocido por que a pesar de su escasa población tiene numerosas librerías cuya fundación se remonta a más de cuarenta años atrás, y la mayoría son de libros usados.
Lo interesante de este pueblo es que al abrir, en 1961, su primera «tienda» de libros usados, se empezó también con ello el desarrollo turístico de éste, de manera que en los años posteriores se fueron abriendo nuevas tiendas. Incluso se llegó a crear el Festival Literario de Hay, en 1988, el cual atrae todos los años a cerca de 500.000 bibliófilos y turistas curiosos de todas las partes del mundo. Además, este festival denominado Hay Festival también se está celebrando en los últimos años (siguiendo el esquema original del de Gales) en otros puntos del mundo como por ejemplo: Colombia, México, Perú, España o Dinamarca.
A parte de este festival literario, para fomentar y desarrollar todavía más el desarrollo turístico, los libros que estaban en las distintas librerías se decidieron sacar a la calle, de manera que la gente que no pudiera gastar su dinero tuviese acceso también a ellos. Increíble, ¿no? ¿Los libros en las calles del pueblo? Paseando por Hay-On-Wye, entre sus casas de colores se pueden encontrar estanterías y chozas llenas de libros en casi cada esquina del pueblo, a pesar de la lluvia, nieve o el viento que pueda hacer.
La mayoría de las librerías son de segunda mano, alrededor de unas 20, y el resto son restaurantes o cafeterías dónde puedes sentarte a leer. Pero además de estas «tiendas» oficiales dónde comprar, el pueblo está lleno de estanterías de libros al aire libre fruto de donaciones, mercadillos literarios e incluso se puede ver algún que otro antiguo establo reconvertido en biblioteca. Estos libros no son obras publicadas recientemente si no que recogen historias antiguas, incluso algunas de hace siglos que están amontonadas y colocadas en la misma manera en las que los visitantes las consultaron y las volvieron a dejar.
Esta curiosa forma de dar visibilidad a los libros comenzó, como antes hemos dicho, en los años 60, cuando Richard Booth, un hombre obsesionado con este tema, comenzó a abrir este tipo de librerías hasta llegar a tener unos 30 locales. Actualmente es dueño solamente de una de las 20 que hay ahora, se trata de «King of Hay» (haciendo referencia al castillo próximo al pueblo) y siempre estará unido a lo que hoy en día es este pueblo galés.
Y hasta aquí este curioso post, ¿Qué os ha parecido?, seguro que os ha entrado el gusanillo por visitar las calles de este pueblo tan peculiar
Nos vemos en el próximo!!!