Hoy tenemos en el blog a Alba Sanfélix Navarro estudiante de enfermería en la Uiversidad Católica de Valencia, que realizó una movilidad Mundus prácticas en la Universidad CES , ubicada en Medellín, Colombia.

Aquí nos cuenta su experiencia:

¨Comencé esta experiencia sin saber lo que me esperaba dos meses más tarde.
Podría decir que todo empezó el día 18 de enero de 2020, cuando cogí el avión, pero la verdad es que fue mucho antes, con los preparativos, que fueron muchos, más tarde las despedidas y los nervios, tanto míos, por irme a la otra parte del mundo, como de mi familia, que no les hacía ninguna ilusión que el destino que elegí fuese nada más y nada menos que Colombia: “¿Pero allí para qué? Allí no se te ha perdido nada, ¡con lo peligroso que es!”, era el comentario más escuchado. Personalmente, yo estaba tranquila, me iba a Medellín con mi mejor amiga de la carrera, y esa experiencia ya nada ni nadie me la iba a quitar, o eso pensaba yo.

Cuando llegamos a Madrid, subimos al avión, y llamadlo casualidad o destino, se sentó al lado de mi asiento la que, sin ninguna de nosotras saberlo, iba a ser nuestra compañera de piso los próximos meses, Marta, de las personas más buenas, pacientes, graciosas y mil adjetivos más que he conocido no solo allí, sino en toda mi vida. A ella me la llevo para siempre. Y junto a ella, a las 11 personas que vivíamos en aquella casa de nuestra bella Medellín, éramos 3 holandeses, 2 francesas, un italiano y 4 españolas que, en muy poco tiempo, formamos una gran familia, y es que tuvimos la suerte de congeniar todos casi de inmediato, a pesar del idioma, que más que una barrera fue un medio de unión.

Pasados unos días, nos enseñaron nuestra universidad, la universidad CES, con tres campus enormes todos ellos rodeados de árboles altísimos y plantas. Aprendimos muchísimo los días que fuimos a clase, el nivel de la enseñanza era muy alto, y aún aprendimos más durante el tiempo que hicimos prácticas, que fueron mejores de lo que nos podíamos imaginar, aunque de un día para otro tuvimos que salir de allí casi huyendo por la pandemia del Covid-19, la cual se acercaba cada vez más.

Aun así, nosotras insistíamos en quedarnos, nos había costado demasiado llegar hasta allí y no estábamos dispuestas a irnos así como así, además allí el ambiente todavía era calmado y nosotras estábamos bien, aquí las cosas estaban feas y nos daba miedo tener que pasar por el principal foco del virus que era Madrid, ya que no había vuelos directos a Valencia. Nos costó mucho tomar la decisión de volver, teníamos demasiadas expectativas puestas en esta experiencia y, sobre todo, demasiadas ilusiones ahora rotas.

A pesar de todo, estuvimos un total de dos meses en los que pudimos visitar Guatapé, con las calles más coloridas que yo haya visto y su peñol de 705 escalones, Salento con las palmeras más altas del mundo en el gran Valle del Cócora, pudimos ver todo el proceso del café, desde que se planta hasta que se toman sus “tinticos”, volamos sobre la ciudad y sus alrededores cuando nos tiramos en paracaídas, salimos a “rumbiar”, y por supuesto visitamos Medellín y conocimos los famosos graffitis de la Comuna 13 y su propia historia, que es más que espectacular.
Sin embargo, una cosa tenemos clara, y es que volveremos para acabar de visitar el país más maravilloso que hemos conocido, tanto por sus lugares y paisajes, como por la gente, que nos dieron todo sin pedir nada, desde el primer hasta el último minuto.
Nos veremos pronto, Colombia.¨

¡Muchas gracias Alba por compartir tu experiencia con toda la comunidad UCV! ¡Te deseamos todo lo mejor!