Experiencia OUT – José Luis Martínez en Malta
Hoy tenemos la experiencia de José Luis Martínez Cubel, alumno de la Facultad de Enfermería que estuvo realizando un movilidad Erasmus en la University of Malta, en la preciosa isla de Malta. A continuación su experiencia:
“Para empezar estaba muy asustado, había estado alguna vez fuera, pero la ilusión que me hacia irme, no me dejaba sentirlo, hasta que subí al avión. Una vez en él, te entran dudas, te pones nervioso, se te pasan mil cosas por la cabeza, pero afortunadamente no me fui solo.
Alicia fue mi compañera durante todo el ERASMUS. No nos conocíamos, pero en vista a la beca que íbamos a recibir, y los precios de la isla, Malta, decidimos compartir habitación. Encontramos un piso con una pareja, y la verdad es que todos funcionamos muy bien, eran muy buenas personas y jamás tuvimos problemas con ellos, cenábamos juntos, a veces salíamos, una maravilla. Pero claro, no los conocíamos tampoco, y cuando llegué se me hizo un nudo en el estomago, todo es nuevo, no conoces nada, pero por otro lado, todo es posible.
Empezamos a instalarnos, y la verdad es que para no conocernos nos compenetrábamos muy bien. A los pocos días ya habíamos explorado nuestro barrio, supermercados, tarjetas de bus, el centro histórico de la ciudad, alguna foto y sobretodo “selfies”. Teníamos a nuestras familias desesperadas por saber qué estaba pasando, y la verdad es que se enfadaban a veces porque no contábamos mucho, pero en realidad era porque ya estábamos completamente adaptados.
La semana siguiente llego el “welcome day”, salimos de nuestra burbuja, y conocimos a los demás ERASMUS, y por supuesto, fuimos directos a por las enfermeras, con las que hicimos buenas migas en seguida. Aunque incluso con gente de otras titulaciones, se formó un vínculo muy especial, y conoces gente que marca el resto de tu vida.
Luego llegó el día de empezar en el hospital, puros nervios por todos lados, pero la verdad es que todo el mundo fue tan amable, que las horas pasaban volando, y los turnos (aunque fueran de 12 horas) se hacían cortos. Sé que suena a broma pero es verdad. Quitando el calor y el madrugón, no había nada que me quitara la ilusión de ir a la UCI.
Para ir finalizando, el resumen es: que aunque odio los países cálidos y en muchos momentos te sientes solo, todas las cosas nuevas que ves, pruebas, conoces y sientes superan con creces los pocos malos ratos que pasé. No sé si lo repetiría, porque de verdad no puedo convivir con el calor, pero desde luego recomiendo que si tenéis la mas mínima oportunidad de hacer un ERASMUS, la aprovechéis. Merece la pena.”
Muchas gracias José Luis por compartir tu experiencia con nosotros. Te deseamos lo mejor para el futuro.