EXPERIENCIA OUT- MARÍA ALBORCH
María Alborch García, alumna de enfermería de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, nos cuenta su experiencia de Erasmus en Hyvinkää, Finlandia.
“¡Hola! Mi nombre es María Alborch García, estudiante de 3º de Enfermería.
Pocos meses antes de irme decidí solicitar una plaza vacante que quedó libre para realizar el Erasmus prácticas + estudios en Hyvinkää, Finlandia. Hasta finales de Diciembre fueron meses de trámites, papeleos y exámenes; pero con la ayuda de Esther Navarro, nuestra coordinadora de relaciones internacionales, hizo que todo se resolviese con facilidad y que el tiempo pasase volando.
Llegó finalmente el 7 de enero, y comenzó sin duda, la experiencia más especial de mi vida. Tuve la suerte de compartir esta aventura con mi amiga Mariam, por lo que tras hacer maletas cargadas de abrigos, guantes, bufandas, medias térmicas, botas, y muchas ganas de aprender y pasarlo bien, llegamos a lo que sería nuestro destino para los próximos cinco meses.
No tuvimos que buscar alojamiento, ya que la universidad en la que estudiábamos (Laurea University of Applied Sciences) tenía un convenio con estas casas, por lo que fue muy fácil y sencillo.
Vivíamos en casas de 3 personas con nacionalidades distintas. En total éramos 16 estudiantes internacionales de Erasmus (italianos, alemanes, chinos, coreanos, chilenos, holandeses…) Todos estudiábamos en la misma universidad, pero mi compañera Mariam y yo éramos las únicas que estudiábamos Enfermería.
Los primeros meses tuvimos clase en la Universidad. Allí cursamos una asignatura (se basó en el estudio de los cuidados en el adulto, cuidados en el anciano y pediatría) y otra asignatura la realizamos vía online (el estudio de la lengua finesa). Tuve la oportunidad de conocer, aprender y poner en práctica el sistema educativo finés. Las clases y el trabajo autónomo consistían prácticamente en realizar exposiciones, trabajos en grupo, búsquedas, esquemas, mapas conceptuales, cursos online y reflexiones.
Llegó Marzo, y con él nuestros nervios por empezar las prácticas. Estuve dos semanas en enfermería domiciliaria, dos semanas en una residencia de ancianos y tres semanas en el hospital, donde estuve en el servicio de endoscopias, cirugía, otorrinolaringología, medicina interna y traumatología. Cabe destacar que las enfermeras en Finlandia trabajan como celador, auxiliar y enfermera, por lo que los primeros días fue un poco chocante; sin embargo aprendí mucho, y estuve muy contenta, ya que todos los enfermeros que me asignaron sabían hablar perfectamente inglés y me lo iban explicando absolutamente todo. Se entregaron al 100% en mi aprendizaje día a día, me dejaron que realizase cualquier técnica o cuidado y me iban traduciendo la conversación con los pacientes si éstos hablaban en finés. Su amabilidad y atención por los estudiantes se pudo ver desde el primer día. Las prácticas finalmente pasaban volando y tuve la suerte de que no estaban muy lejos de dónde vivía y por las tardes podía seguir haciendo planes con todos los de allí.
Aparte de hacer prácticas y cursar asignaturas pudimos disfrutar mucho de lo que no era solo un curso académico. Fuimos a Laponia donde pudimos ver las auroras boreales, visitamos a Papa Noël, paseamos en trineo con los renos y huskies, nos bañamos en el océano Ártico e incluso pescamos en un lago congelado… Y ya que estábamos por Finlandia, aprovechamos y viajamos a Estocolmo, Tallin, San Petersburgo, sin olvidarnos de los rincones, pueblos y ciudades que esconde Finlandia: Porvoo, Tampere, Turkuu, parques nacionales como Nuksio o la propia capital, Helsinki, en la que nos apuntamos a cada evento, actividad, y fiesta que se organizaba.
En conclusión, resumo esta experiencia como increíble y felicidad las 24 horas del día. Puedo afirmar que han sido unos de los mejores meses de mi vida, y que doy gracias de corazón por esta gran oportunidad que he tenido. Sólo tengo que buenos recuerdos, experiencias, vivencias y cosas buenas.
Hay que aprovechar cada día, cada momento, cada fiesta, cada plan porque el tiempo pasa volando, y cuando menos te lo esperes estás haciendo las maletas otra vez de vuelta a casa; pero esta vez, con una maleta llena de las mejores amistades, con las que te vas a casa con una verdadera familia. Amigos internacionales, que aunque algunos vivan lejos, sé que seguirán formando parte de ella. Porque te das cuenta que has aprendido cada minuto algo sobre sus costumbres y cultura, bailado hasta al amanecer, reído, disfrutado, has descubierto lugares inexplorables a su lado y has hecho locuras que nunca hubieras imaginado, por lo que lo demás está de más. Vivir a menos 20 grados y tener 5 horas de sol es lo de menos.
Gracias Hyvinkaa por enseñarme tanto día a día. Dejo una parte de mí allí. Has hecho que crezca académicamente y personalmente. He madurado como persona, me he dado cuenta de lo que soy capaz, me ha permitido salir de mi zona de confort y aprender a ser totalmente independiente. También he aprendido a manejarme por mi misma de una forma mucho más eficaz, a convivir con jóvenes que no eran mis amigos o mi familia. He aprendido a saber escuchar, a no tener prejuicios ni valoraciones sobre otras culturas o personas. Y ha aumentado mi curiosidad e interés en temas que anteriormente no lo eran…. y sin olvidarnos que desde el primer minuto hasta el último he podido mejorar el inglés con todos y cada uno de los que formaron parte de mi experiencia.
“Es difícil decir adiós a algo tan bueno y que te ha aportado tanto, pero me voy sabiendo que jamás dejaré de ser Erasmus, porque solo quienes lo hemos hecho somos capaces de entenderlo” “
Gracias María por contar tu experiencia y compartirla con toda la comunidad UCV, nos ha emocionado mucho ¡seguro que ayudará a muchos estudiantes a decidirse! Te deseamos lo mejor en tu futuro