Richard Estevan Oliver, estudiante de educación primaria en la Universidad Católica de Valencia, realizó su movilidad con SICUE, se movilizó a la ciudad andaluza de Granada. A continuación nos cuenta su experiencia:

“Todo empezó mientras estaba aún de Erasmus en Gante (https://blogs.ucv.es/international-relations/experia-richard-estevan/). Estaba disfrutando tanto de la experiencia allí que pensé en participar de nuevo pero en otro ambiente totalmente diferente.

La verdad es que, después de Gante, no sabía cuál escoger: había demasiados destinos a elegir. Terminé decidiendo quedarme por España, más concretamente por el sur. ¿Por qué Granada? Hace tiempo, había visitado esa ciudad un par de veces y me había encantado: la Alhambra, el Mirador de San Nicolás, el barrio del Sacromonte, Sierra Nevada… Todo ello acompañado, además, de una buena gastronomía y las tapas tan características de esa zona. Es una ciudad barata (importante ya que con la beca SICUE no conceden ayuda económica) y muy cómoda, es decir, un tamaño perfecto y muy buena comunicación mediante transporte público.

Mientras estuve allí realicé las prácticas de 4º y un par de asignaturas más. Al contrario que en Gante, tenía un horario más completo e iba todas las mañanas al colegio a realizar las prácticas y algunos días por la tarde a la Universidad de Granada a realizar las asignaturas que cursaba. Una de las cosas que más me llamó la atención es el ambiente universitario que hay allá donde vayas. A los estudiantes de la Universidad de Granada hay que sumar los alumnos ERASMUS y los SICUE que, sinceramente, no somos pocos. Por ese motivo, hay mucho ambiente estudiantil cualquier día de la semana y en cualquier punto de la ciudad, pero especialmente por la zona de Gonzalo Gallas y Pedro Antonio. Tanto la Universidad de Granada como la Universidad Católica de Valencia estuvieron al tanto de todas las dificultades que tuve con el papeleo ya que cambié una asignatura una vez comenzado el curso académico y, ante cualquier problema o duda, estuvieron ayudándome para resolverlo con rapidez y eficacia. Como he comentado anteriormente, Granada tiene mucho por ver y hacer. No me cansé de ver una y otra vez la Alhambra, dar una vuelta por el paseo de los Tristes, ver la puesta de sol desde el Mirador de San Nicolás, subir a Sierra Nevada, tapear y mil cosas más. Mientras aún estaba en Granada, tuve tiempo de volver a casa un par de veces y la verdad es que se agradece volver de vez en cuando.

Cuando estuve de Erasmus no lo hice y con las facilidades que tenía para volver a casa desde Granada, aproveché y vine. También es cierto que la comunicación mediante transporte público entre Valencia y Granada no es tan buena como cabría pensar: únicamente puedes ir en autobús(con infinidad de paradas en los sitios más recónditos que lo hace demasiado largo) y en AVE, el cual va hasta Madrid y desde allí hasta Granada. De todas formas, la gente que conocí solía utilizar plataformas de compartir coche y considero que es una de las mejores opciones para este trayecto.

Yo me llevé mi propio coche y a pesar de que no puedes entrar con él en el centro de la ciudad, es muy cómodo tenerlo ya que, en mi caso, tanto en la universidad como en mi casa, tenía parking. He disfrutado tanto las dos experiencias que no sé con cual me quedaría. Son totalmente diferentes pero lo que sí que sé es que repetiría ambas una y mil veces más. Me llevo muy buenos recuerdos y amigos con los que sigo manteniendo contacto. Como dije en la otra experiencia, si me preguntasen si repetiría, no dudaría en decir que sí, pero, esta vez, unos cuantos meses más. “

¡Gracias Richard por compartir tu experiencia con nosotros!