Como ya se indicó en una entrada anterior (Aquí), la evaluación clínica inicial del comportamiento vocal en un cantante debe incluir todos los aspectos de la producción verbal del paciente. Por tanto, deberemos escuchar la voz en sus modalidades coloquial, proyectada, de llamada y, por supuesto, en el canto.

Habrá que tener en cuenta la correspondencia entre voz hablada/voz cantada para ver si existen diferencias significativas. Para ello observaremos la frecuencia fundamental de la voz hablada valorando si coincide con el tono óptimo, el tipo respiratorio, la coordinación fono-respiratoria y la postura. Es muy importante ver si existen tensiones cervicales, mala posición de hombros y cabeza, alteraciones en la curvatura de la columna. Todo ello debemos también valorarlo en voz cantada, así podremos comprobar si los posibles errores posturales se mantienen (o empeoran) a la hora de cantar, además evaluaremos las posibles dificultades en la zona del pasaje, los problemas de apoyo, la proyección vocal, el brillo, el volumen, la articulación, la extensión y tesitura de la voz viendo si existe pérdida de notas graves o agudas, posible disfonía durante el canto en ciertas zonas de la tesitura, etc.

Posición adecuada para la práctica vocal

Una pequeña prueba para saber si las cuerdas vocales se encuentran «limpias» es  intentar dar una nota aguda a poco volumen, cuando esto no puede hacerse porque la voz se quiebra indica muchas veces pequeñas irregularidades en el borde libre del pliegue vocal. También puede hacer un glissando a poco volumen con boca cerrada desde una nota grave hasta la más aguda que se pueda: las cuerdas estarán tanto más limpias cuanto más se acerque el cantante a la nota más aguda que haya sido capaz de alcanzar cantando a volumen normal en su mejor momento.

Otro capítulo importante en la valoración inicial de un cantante son las normas de higiene vocal. Además de las normas generales indicadas para todas las voces, habrá que interrogar al paciente sobre sus hábitos específicos especialmente aquellos que atañen al número de horas que pasa ensayando, ya que muchos de los problemas del cantante vienen por abuso vocal más que por falta de técnica. Es importante hacerle entender que la voz no está diseñada para su uso ilimitado.  Además hay que insistir en la importancia de mantener una técnica saludable todo el tiempo: mantener un buen control aéreo, mantener relajación de los músculos extrínsecos, lengua y mandíbula, evitar ataques y terminaciones bruscas del sonido, así como ataques y terminaciones con aire, cantar en tu tesitura óptima, cantar con una correcta alineación corporal y una posición laríngea correcta (ni demasiado alta ni demasiado baja), calentar la voz 20 minutos antes de un concierto, etc.