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Reflexión sábado 8 de febrero
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6,30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.
Palabra del Señor
Reflexión:
La vida nos enfrenta a momentos de gran actividad y, a menudo, de agotamiento físico y espiritual. En este pasaje del Evangelio, Jesús nos invita a buscar un verdadero descanso en Él: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco.» No es un descanso vacío, sino un espacio para reconectarnos con Dios a través de la oración.
La oración es el refugio donde encontramos paz y claridad. Al estar en la presencia de Jesús y escuchar su Palabra, renovamos nuestras fuerzas y descubrimos el rumbo que debemos seguir.
Santa Teresa de Calcuta tenía una comprensión profunda de esta necesidad. Cuando veía a sus comunidades sobrecargadas de trabajo, no les pedía reducir su actividad, sino aumentar su tiempo de oración. Ella sabía que la oración no es tiempo perdido, sino la fuente que sostiene todo esfuerzo.
Jesús, al ver a la multitud, siente compasión porque «andaban como ovejas sin pastor.» Esa misma compasión la experimentamos nosotros cuando nos acercamos a Él. Nos guía, nos enseña y nos da el descanso que tanto necesitamos.
No dejemos que las tareas diarias, por importantes que sean, nos alejen del encuentro con el Señor. Más bien, hagamos de la oración el centro desde el cual todo en nuestra vida cobra sentido. Así, el cansancio no será una carga, sino una oportunidad para volver a los brazos de Aquel que nos llama a descansar en su amor.