1 mar

Reflexión sábado 1 de marzo

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,13-16)

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor

Reflexión

Hoy San Marcos quiere hacernos caer en la cuenta de la viva conciencia que tiene Jesús de la radical novedad de su mensaje, invitándonos a permanecer abiertos a la novedad de la Buena Noticia. Jesús nos señala que, para recibir el Amor de Dios y Su Reino de salvación, nuestra vida debe ser como la de los niños: humilde, sencilla, receptiva, gratuita. Debemos poner toda la atención en aquello que recibimos y en lo que tenemos entre manos, como hacen los niños, que tienen los ojos abiertos para ver, y las manos tendidas para recibir con asombro. Dios se nos revela con impensada novedad, con asombrosa cercanía siempre nueva y siempre creadora, orientándonos hacia el futuro, porque es la actitud más humana y completa para abrirnos a Él sin reserva y, dar cabida al Reino de Dios en nuestra vida. Y aunque parezca paradójico, así dejaremos nuestra infancia espiritual y comenzaremos a vivir con madurez responsable ante Dios.

En nuestra sociedad y en nuestra comunidad ¿Quiénes son los pequeños y los excluidos? ¿Cómo está siendo la acogida que les damos? ¿Les estamos impidiendo acercarse al Señor?

pastoral

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