Reflexión Domingo 12 de junio
Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.
Palabra del Señor
Reflexión
Celebramos hoy la fiesta de la Santísima Trinidad. Pues celebramos justamente lo que nuestra fe confiesa, que creemos en un Dios qué es tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El misterio de la Santísima Trinidad, como su propio nombre indica, es un misterio y cómo misterio, nosotros los cristianos lo creemos por la fé.
La Fé, no lo olvidemos, es un don gratuito de Dios. Si no tenemos fe lo tenemos que pedir a Dios, que nos ayude a creer y a confiar cada día en El, a sentir que El es nuestro Padre, que nos protege, que nos cuida, que nos anima día a día para que seamos mejores personas y mejores cristianos. Em definitiva para que seamos cada día más felices.
En el Evangelio solamente aparece una petición a Jesús por parte de los Apóstoles: Señor, aumentanos la fe. Nosotros se lo tenemos que decir cada día al Señor, porque no somos más que los apóstoles, necesitamos de su amor y de su misericordia todos los días de nuestra vida.
Le pidimos a la Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, que nos ayude cada día a creer más en Dios, a confiar en El.