Reflexión domingo 18 de febrero
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Palabra del Señor
Igual que Jesús sufrió las tentaciones por parte del maligno nosotros no tenemos que asustarnos ante las tentaciones sino cogido siempre de la mano De Dios y de la Virgen María podremos salir siempre victoriosos. Ya que la gracia de Dios nos asegura mediante la fe, la oración y la penitencia la victoria sobre el demonio.
Que Dios que en este tiempo que de Cuaresma que comenzamos nos conceda a cada uno de nosotros la gracia de la conversión, de poner siempre nuestro corazón en Dios.