5 feb

Reflexión domingo 5 de febrero

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».

Palabra del Señor

 

Reflexión

En el evangelio del domingo de hoy, Jesús nos anima y nos invita a que seamos luz en medio del mundo. Tenemos que brillar ante los demás, brillaremos si hacemos cosas buenas, si hacemos siempre bien.

A lo largo de nuestra vida tenemos todos problemas y preocupaciones, pero esos problemas no nos pueden quitar la paz. Cada uno de nosotros en medio de las dificultades de nuestro día día, tenemos que pedirle al señor luz. Luz para ver en medio de la oscuridad de nuestros problemas. De igual manera nosotros tenemos que ser luz para los demás, seremos luz cuando damos esperanza, cuando somos portadores de alegría, cuando animamos a los demás en medio de sus dificultades. Ojala queridos hermanos seamos luz para todos.

Le pidamos al señor que seamos esa pizca de sal evangélica que con los pequeños detalles del día día y las palabras oportunas demos un toque de felicidad en la vida de los que viven con nosotros, de los que tenemos a nuestro lado.

pastoral

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