Reflexión jueves 16 de noviembre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,20-25):
En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios, Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros.»
Dijo a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.»
Palabra del Señor
COMENTARIO:
Para este evangelista, y para nosotros, lo importante es saber que el Reino de Dios transforma el interior de la persona (“acontece[rá] dentro de vosotros”), aunque no se reduce a mero intimismo, sino que se irradia en novedad de vida. Y también desea que el creyente viva una auténtica contemporaneidad con Jesús (“ver los días del Hijo del Hombre”), estando atento en cada momento a su palabra, su presencia, su llamada. Esto lo subraya conservando el “dicho de majestad” de Jesús: la generación contemporánea del Mesías tuvo un privilegio irrepetible, que quizá no supo apreciar y… la ocasión ya no volvió; que el creyente no viva ahora en el despiste, que abra los ojos cada día al paso de Jesús.
A pesar de su reflexión y aplicación pastoral tardía, el evangelista no olvida el carácter futuro de la consumación del Reino (“venga tu Reino”: Lc 11,2), ni tampoco su categoría de plenitud y gloria deslumbradora; pero advierte al creyente que a ellas solo se llega como llegó Jesús: pasando por la humillación, el menosprecio, la entrega de la vida.
ORACIÓN:
Señor Dios nuestro:
Tu reino no es un orden establecido y anquilosado,
sino algo que está siempre vivo, dinámico y siempre llegando.
Haznos conscientes de que encontraremos el reino
allí donde te dejemos reinar a ti,
donde nosotros y el reino de este mundo demos paso a tu reino,
donde dejemos que tu justicia, amor y paz
ocupen el lugar de nuestras torpezas y trompicones.
Señor, establece tu reino entre nosotros
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
EN FAMILIA:
Que los niños hagan un dibujo del Reino de Dios: el amor, la verdad, la justicia…