Reflexión jueves 29 de septiembre
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,47-51):
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor
COMENTARIO:
Un amigo mío, deprimido y con ganas de suicidarse tras una ruptura con su novia, caminaba por las calles de Los Ángeles. De repente, un hombre se le acercó y le dijo: «Sé que tienes problemas. No nos conocemos, pero tu nombre empieza por D y la chica que ha roto contigo lleva las iniciales S. M. Estoy aquí sólo para decirte que lo que sientas ahora mismo, mejorará. Céntrate en lo bueno de la vida, mira al futuro con esperanza, encuentra tu propósito en la vida». Dicho esto, el hombre sonrió y se marchó. Hasta hoy, mi amigo no tiene ni idea de quién era; pero lo que le dijo le levantó el espíritu y le impulsó hacia la vida. Pero, ¿no era el desconocido un ángel disfrazado? De múltiples maneras, Dios envía a sus ángeles para ayudarnos, protegernos, guiarnos. ¿Cuándo fue la última vez que invocaste a los ángeles?
ORACIÓN:
Oh Dios:
En tu sabiduría infinita
tú ordenas el curso del tiempo
y diriges al mundo y al pueblo
a su destino que acaba en ti.
Tú todo lo haces bien.
Haznos ver con los ojos de la fe
las oportunidades que tú nos das en cada momento.
Por Cristo Nuestro Señor.
EN FAMILIA: