Los #UCVLECTORES hemos identificado la fórmula preferida del profesor

Para la cuarta entrega del Club de Lectura #UCVLectores os habíamos propuesto una novela que había sido un éxito de ventas y todo un fenómeno social en Japón, «La fórmula preferida del profesor«. Esperamos que hayáis disfrutado con su lectura y que los amantes de las matemáticas hayáis saboreado cada explicación del profesor. Para los menos fanáticos también puede haber sido un buen punto de partida que os sirva para ver las matemáticas de una forma más cercana y cotidiana.

 

Ahora es el momento de abrir el hilo de debate y que todos comentemos qué nos ha parecido la novela, cómo hemos vivido la relación entre los personajes principales, si nos ha sorprendido alguna pincelada que la autora ha dejado caer sobre la sociedad japonesa, si valoramos la importancia que adquieren las matemáticas en la narración de la historia… en fin, todo aquello que nos ha atraído y también lo que no nos ha gustado tanto para que así generemos entre todos una discusión interesante y enriquecedora.

 

Recordad que el debate lo haremos a través de los comentarios en este mismo post y lo mantendremos abierto hasta el próximo miércoles 28 de marzo, justo antes de las vacaciones de Semana Santa.

 

Animaros a participar que estamos deseando saber vuestras opiniones sobre la novela y también pediros que participéis en la elección de las próximas lecturas de #UCVLectores  a través de un pequeño formulario ¿cuál es el próximo libro que leemos? Pero no os entretengáis mucho en proponer lectura que anunciaremos el próximo libro el mismo miércoles 28 de marzo.

20 comentarios

  • Lectora
    marzo 21, 2018 en 11:28 am

    La historia comienza en Japón y los principales personajes son el viejo profesor, su asistenta, el hijo de la asistenta y de manera muy pasajera aparece la figura de la cuñada del viejo profesor (esposa de un hermano de éste). La acción comienza cuando la cuñada del profesor contrata a la asistenta para que cuide de él ya que sufre una extraña enfermedad mental (parecida al Alzheimer) debido a un accidente y que hace que tenga pérdidas de memoria cada 80 minutos. Sus recuerdos se pararon en 1975. A partir de aquí, se establece una relación cada vez más estrecha entre la asistenta, madre soltera de un niño al que el propio profesor bautiza como «Root», raíz (como la raíz cuadrada en matemáticas). El hilo conductor de la historia son los números, las matemáticas, el profesor que fue una gran eminencia en el campo de las matemáticas, vive obsesionado, por y para los números, lo son todo para él y le dan sentido a su vida. Los números unirán a estos tres personajes, haciendo posible lo imposible: que el viejo profesor se abra, se comunique y muestre sus sentimientos y enseñanzas hacia madre e hijo. A lo largo del libro hay bastantes referencias a los números, con fórmulas que descubrir, definiciones que sobre todo, a los apasionados por las matemáticas les divertirá.

    La autora, en mi opinión, quiere darnos a conocer que aunque los números puedan ser complicados y a veces no gustarnos o verlos insignificantes, están presentes en nuestra vida en cualquier aspecto: una fecha de cumpleaños, el número de serie de la nevera, etc… intenta darle significado, crea en la asistenta y su hijo la curiosidad de resolver continuos enigmas matemáticos que poco a poco van resolviendo (a pesar de sus limitaciones, sobre todo el de la madre sin estudios). La acción es lenta, en parte porque la literatura japonesa es así, pausa y sosegada. El lenguaje me parece como muy cuidado, metafórico, sin alteraciones, sin sobresaltos, incluso cuando hay alguna escena más de acción como cuando Root se corta y tienen que ir al médico.

    Es tierna pero a la vez fría y se deja ver muy bien la mentalidad tan ordenada, recta (a veces sin «sentimientos expresados» de la cultura japonesa (por ejemplo, la asistenta incumple el contrato, las normas respecto al viejo profesor de no vivir en la casa y su inmediato despido) y que tanto choca con la cultura europea . En líneas generales lo que quiere transmitir la autora es que con tensón y aún cuando hay dificultades todo se puede conseguir: la madre soltera que saca a su hijo adelanta sola, el descubrimiento de la fórmula, incluso años más tarde por Root.

    Detalles que me llamaron la atención: el método de los post-it que utiliza el profesor para acordarse de la cosas (me recordó mucho el tratamiento del Alzheimer), las descripciones que hace de la elaboración de la comida por parte de la asistenta, la importancia que tiene un deporte como es el beisbol en Japón, investigando descubrí que fue introducido por un estadounidense allá por el siglo XIX y tuvo mucha difusión a través de los partidos que empezaron a jugarse en las universidades niponas de ahí la importancia y que lo refleje de manera tan fiel la autora. No me hubiera imaginado que este deporte sería uno de los más importantes en este país.

    En general, no me ha entusiasmado el libro pero se deja leer y en el fondo es interesante, quizás si hubiese sido más dinámico me hubiese gustado más pero…. que más se puede pedir a la literatura japonesa sino es intentar entenderla….

  • Lectora
    marzo 21, 2018 en 11:32 am

    Por cierto, se me olvidaba. Os dejo un listado de novelas para quien le haya gustado por el trasfondo matemático, y que no están mal del todo:

    1) El hombre que calculaba, de Malba Tahan
    2) El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon
    3) El Diablo de los Números, de Hans Magnus Enzensberger
    4) El teorema del loro, de Denis Guedj
    5) El tío Petros y la conjetura de Goldbach, de Apostolos Doxiadis
    6) Los crímenes de Oxford, de Guillermo Martínez

    ¿Habéis leído alguno?

    • BIBLIOTECA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA
      marzo 21, 2018 en 4:59 pm

      Muchas gracias por tu aportación LECTORA, parecen muy interesantes, les daremos un vistazo 😉

    • Jordiet
      marzo 22, 2018 en 5:57 pm

      Hola Lectora: Yo he leído El curioso incidente del perro a medianoche, el resto no me suenan, pero agradezco tus propuestas.

      Al respecto de la lectura del libro, me parece un poco llana, como alguien ya ha comentado también. Quizá porque esperaba algo más del libro mientras lo leía, o esperaba algún tipo de reacción repentina en el profesor a raíz de estar un poco más pendiente de los deberes de Root. No está mal, no es una lectura que despierte mucho entusiasmo para mí, pero quizá sea esa una de las características de la literatura japonesa.

    • Jose
      marzo 26, 2018 en 10:36 am

      Buenos días:
      Yo he leído el libro «Los crímenes de Oxford», y la verdad es que el aspecto matemático si lo desarrolla bien, pero lo que es el tema narrativo deja mucho que desear, tiene un buen argumento pero la resolución final no está bien acabada, al menos esa es mi opinión

  • JR8
    marzo 21, 2018 en 4:00 pm

    A mi me ha parecido una novela muy plana, sin sobresaltos ni giros bruscos en la trama, simplemente cuenta una historia de vida. Quizás sea porque, como dice Lectora, la literatura japonesa es así.
    El aporte de las matemáticas le añade un poco de azúcar a la narración y te hace pensar un poco, pero he de decir que no he sido capaz de entender porqué era tan importante la fórmula de Euler para el profesor y porque gracias a esta fórmula la cuñada vuelve a dejar trabajar a la asistenta en casa del profesor, para mi es una incógnita que no llega a resolver la autora.

  • NEBURD
    marzo 22, 2018 en 9:50 am

    Hola, para mi lo más interesante del libro han sido las pinceladas que la autora ha ido dejando sobre las costumbres de la cultura y la sociedad niponas.
    Cuando van al hospital porque Root se ha cortado y nombra que las zapatillas que les dan son mugrientas o la pasión por el beisbol que también comenta Lectora y que yo también desconocía. De hecho me ha surgido la curiosidad y he buscado al jugador preferido del profesor y es real, hasta el cromo que le regalan parece que existe http://www.tradingcarddb.com/ViewCard.cfm/sid/102285/cid/7145990/2000-BBM-Hanshin-Tigers—Enatsu-Special-ES7-Yutaka-Enatsu

  • Clara
    marzo 22, 2018 en 5:31 pm

    Coincido totalmente con los comentarios, el libro se ajusta mucho a lo que se espera de «lo japonés», en términos de contención expresiva. Me gusta su sencillez y parquedad, tal vez me falle a veces el ritmo de la historia. Sin embargo, dado que soy una nulidad con las matemáticas, he comenzado a entender (un poco, apenas) la fascinación que pueden producir. Coincido con JR8, me perdí en el punto clave que implica su recontratación. Igual es por el problema de España con las matemáticas ,)

    En definitiva, me ha parecido un libro sólido aunque en ocasiones el minimalismo se me hiciese algo pesado.
    ¿Cuál será el próximo?

    • Jordiet
      marzo 23, 2018 en 10:44 am

      Sí, efectivamente el motivo del porqué de la reincorporación no queda muy claro, y parece que deja al lector que decida a su gusto cual es realmente el motivo de volver a ser contratada. Con el tema de las fórmulas matemáticas, reconozco que tampoco son mi fuerte, así que cuando me encontraba ante una explicación de fórmulas, no me detenía mucho a comprobarlo :)

  • Deckard
    marzo 23, 2018 en 11:44 am

    Creo que es una historia realista y propia de nuestro tiempo. Acaso no reflexionamos cómo vamos haciendo a los niños partícipes del lenguaje de las matemáticas; lenguaje, el de la «mates», que está presente en la naturaleza y por supuesto en la vida cotidiana (deporte, materia, sociedad…). Bueno, no son sólo los números primos los más importantes, pero sí que se están llenando muchas páginas con las curiosidades de los mismos. ¿Quién no ha comprobado qué número primo hay en algo relacionado con la fecha de nacimiento, el dni, el número de la Seguridad Social, etc. En mi caso, sólo la fecha de nacimiento, que yo sepa, está relacionada con un número primo, en concreto el 1979 (divisible por él mismo y por la unidad). En fin, me parece muy interesante no hablar de matemáticas a secas y sí hablar de Lenguaje de las matemáticas. Creo que la historia que hemos leído ayuda
    Es sabido que mucha gente sólo busca números primos en la lotería.
    A veces, la historia de cómo algunas personas han llegado a conclusiones matemáticas concretas, puede ayudar a entender cómo es el razonamiento humano. Por ejemplo, cómo llega Euler a comprender su fórmula… pues ese es el número «e» y su valor es 2,71828….., sin el cuál, no podrían existir los bancos y los préstamos de dinero.
    Hay gente que tiene un número preferido: el 23, el 28, el 142.857, etc…
    Habéis visto la película «El número 23»?
    El número 28 no es pirmo pero le llaman el segundo número «Perfecto» y sólohan descubierto 49 hasta la fecha.. que yo sepa. Por qué es perfecto… eso es otro cantar.
    ¿Alguien ha investigado el número 142.857? Es curioso, por lo menos. Multiplica ese número por 7…. ah! y no es primo.
    La verdad esta historia me ha hecho pensar.
    Otro tema que aparece y es algo muy común hoy en día es la situación por la que pasan muchas personas que sin llegar a una edad «muy avanzada», sufren de Senilidad Precoz. Pero ese es otro tema, como he dicho… para otra vez.
    P.D. Si alguien quiere saber si un número es primo:
    https://es.calcuworld.com/calculadoras-matematicas/calculadora-de-numeros-primos/

  • Jose
    marzo 23, 2018 en 12:22 pm

    Este libro tiene una buena historia, sencilla pero que hace reflexionar sobre los temas tratados. Su originalidad es lo que más me ha gustado y también la forma en la que nos muestra las matemáticas, operaciones, fórmulas… , esa es la parte de las matemáticas que más me gusta porque demuestra que no son complicadas al entenderlas, y eso que a mí se me dan bastante mal. La relación tan entrañable que se produce entre el profesor y el niño, con su madre de fondo, me parece algo magnificado, delicado, sutil… ritmo lento, como toda la novela, pero es algo que no la desmerece si no que ayuda a entender bien todos los conceptos, te hace que simpatice con los personajes que los entiendas.

    En definitiva, es un libro que sin pretender grandes cosas distrae al lector y le hace disfrutar de las pequeñas lecturas

  • PEBBLES
    marzo 23, 2018 en 1:02 pm

    Hola a tod@s,

    Al igual que he leído en la mayoría de los comentarios publicados, esta historia me ha parecido bastante llana. Podría tratarse, más incluso, de una biografía del propio Profesor que de una novela en sí. Quizás, debido al tipo de literatura a la que soy asidua, me esperaba un giro en la historia en algún momento de la novela, incluso llegué a pensar que, gracias a Root, el Profesor llegaría a ser capaz de aumentar su capacidad de recordar y dejar atrás esos apenas 80 minutos. A pesar de todas mis expectativas que se iban creando en mi cabeza a medida que avanzaba la historia, nada de eso pasó, de ahí mi «descontento» en la lectura. Otro elemento «negativo», que ha hecho que la historia me pareciera en ocasiones aburrida, ha sido el tema del béisbol, mucha información que, desde mi punto de vista, no era relevante y ocupaba demasiado en algunos capítulos.

    A pesar de todo lo anterior, me gustaría recalcar el buen hacer del Profesor con Root en el ámbito de las matemáticas. Quizás sea una de las asignaturas que más «dolores de cabeza» causa a la mayoría de los adolescentes, pero como nos enseña el Profesor, si saben explicarse de manera práctica, con juegos, incluso aplicándolas a situaciones de la vida cuotidiana, pueden llegar a entenderse, hasta pueden ser divertidas, cercanas, amenas… Sería una buena lectura para tod@s aquellos profesor@s que se empeñan en enseñar las matemáticas de manera teórica, memorizando fórmulas por doquier, en lugar de utilizar métodos más activos que capten la atención y el agrado del alumno/a sobre el tema.

  • Nora
    marzo 26, 2018 en 7:01 am

    Del libro lo que más me ha gustado es la parte humana, el cómo se enfrenta la asistenta a cuidar a un señor con ese problema de memoria, el amor y el respeto al tratarlo, el modo de preocuparse por lo que le gusta para que el hombre esté lo mejor cuidado aún sabiendo la cantidad de asistentas que han pasado por la casa. Demuestra que es una mujer luchadora y que no se acobarda con nada, no solo sacando adelante sola a su hijo sino también en el ámbito laboral, en cierto lucha para que el hombre sea feliz a pesar de que luego no vaya a recordar nada de lo vivido.
    Me gusta mucho la actitud del niño, con solo 10 años es capaz de entender el problema que tiene el señor y aprende a tratarlo con mucho cariño y respeto como hace su madre.
    La actitud del profesor, siendo consciente de su problema para recordar sigue haciendo lo posible por hacer la vida más fácil a los de su alrededor. Usa post it para recordar, enseña matemáticas al niño, se preocupa por él…
    Esto es lo único que destaco del libro, la parte humana donde reina el amor y el respeto.
    Por el resto el libro me parece aburrido y no es un tipo de libro que elegiría para leer.

  • Nus
    marzo 26, 2018 en 9:25 am

    Hola, estoy leyendo vuestros comentarios y coincido en muchas de las cosas que estáis diciendo. Pero me acabo de parar a pensar en cómo sería una vida almacenando solo los últimos 80 minutos vividos. Tanto para la persona como para los que están a su alrededor.
    Creo que la autora no ha profundizado mucho en el tema, igual porque no era por donde quería ir y lo ha dejado en un punto bastante liviano, como que la asistenta y el niño lo entendían y comprendían y sabían lidiar con eso. Pero creo que no seria tan fácil tratar con una persona a la que cada hora y pico le tienes que volver a explicar quién eres y te hace una y otra vez las mismas preguntas.
    Creo que es un tema interesantísimo que se ha quedado un poco por explorar en el libro y que quizás la pincelada más clara es cuando celebran el cumpleaños y como se les va el tiempo y deben volver a empezar la celebración.
    ¿Qué opináis?

    • Lectora
      marzo 26, 2018 en 11:21 am

      Yo creo Neus, que el tema de a pérdida de memoria es algo secundario en la historia, porque como bien dices no profundiza ( a pesar de ser interesante entenderlo y comprenderlo), el hilo conductor de la historia es todo el rato el tema de las matemáticas, hacerle ver al público lector su importancia en la vida, el libro está plagado de fórmulas matemáticas, el resto de tema los trata, a mi entender, de forma fría y distante como si el lector ya tuviese asumidos esos temas y no hiciese falta explicación…

  • Eva
    marzo 26, 2018 en 2:01 pm

    Hola a todos y todas:
    Coincido con vuestras valoraciones. A mí el libro me ha gustado. Es cierto que es sencillo, pero esa sencillez me recuerda a los haikus japoneses, por lo que, como comentabais, es algo característico de la cultura japonesa.
    Una de las cosas que más me han gustado es que para el profesor los números, sus combinaciones, las ecuaciones, las fórmulas (la mitad de las que aparecen no he podido entenderlas, con este pensamiento tan poco matemático que tengo) son como poesía. Podía entender cómo se sentía el protagonista ante los números si pensaba en cómo me siento yo ante el juego con el lenguaje y la belleza presente en un poema. Y es que las matemáticas constituyen otro lenguaje, que no todos somos capaces de desentrañar. Comprender cómo funcionan implica, según el libro, leer el cuaderno de Dios. Me parece, precisamente, una forma muy poética de explicarlo. De esta manera, se unen, se relacionan la poesía y los números. Fijaos: «El dibujo estaba solo en la mente del creador, de manera que nadie podría robarle el patrón ni prever cuál sería el siguiente dibujo en aparecer. El encaje avanzaría sin cesar, se extendería infinitamente y ondearía al viento. Nadie resistiría la tentación de tocarlo con la mano y examinarlo a la luz; de rozar tiernamente la mejilla contra él, con los ojos embelesados y humedecidos y todos desearían vivamente representar el dibujo allí labrado con sus propias palabras. Un pedacito bastaría, si se pudiera traer de vuelta a la tierra para adueñarse uno de él». Me ha fascinado la prosa de esta novela y cómo se conciben las matemáticas.
    Yo siempre he sido muy mala en matemáticas, pero me ha embelesado la forma en que se plantean y también cómo consiguen interesar a la asistenta y su hijo. Pienso que todo se debe a la manera en que el profesor ejerce con ellos la docencia, desde el profundo entusiasmo que siente por la materia y su eneseñanza. Este comportamiento nos puede hacer reflexionar desde nuestra posición como docentes.
    También me ha conmovido la preocupación que siente el protagonista por el niño y la conexión que llega a tener con él y con su madre, a pesar de sus problemas de memoria. Al final, esta es una novela sobre las relaciones humanas, sencilla, como hemos dicho, pero a la vez conmovedora.

  • BIBLIOTECA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA
    marzo 28, 2018 en 11:54 am

    Hola a tod@s, hoy cerramos este hilo de debate agradeciéndoos vuestros comentarios y opiniones. De nuevo ha surgido un interesante debate que seguro servirá para que otros lectores se animen con este libro.
    Recordaros que aunque cerremos el hilo, si alguien se ha quedado rezagado en la lectura pero tiene ganas de participar que no dude en enviar su comentario y lo publicaremos encantados 😉
    Ahora ya pasamos al siguiente libro que será «No confíes en nadie» de S.J. Watson (http://blogs.ucv.es/biblioteca/2018/03/28/y-tu-en-quien-confiarias/)

  • Merche Gómez
    abril 19, 2018 en 10:25 am

    Hola, siento el retraso. :-)
    Sí a mi me ha gustado el libro sobre la formula del profesor, por su cadencia, por la temática y la relación que se establece entre los personajes.
    Es un libro que me ha permitido conocer pinceladas de la cultura japones, pero además he descubierto a la autora, que es muy famosa en ese país.
    Me han parecido curiosas las relaciones personales entre los protagonistas: madre e hijo, profesor y chica de la limpieza y la del profesor y el hijo. De una manera sutil, se deja entrever qué tipo de relaciones suelen tener los japoneses, muy diferentes creo yo de los europeos.
    Agradezco a este club de lectura el descubrimiento de esta autora y de este libro.
    Un abrazo.

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