Reflexión del lunes, 8 de marzo

profeta

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 24-30

 

En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret: “Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.”

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y siguió su camino.

Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Queridos amigos y amigas:

 

Hoy, 8 de marzo, un saludo a todas las mujeres. Todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora. Y también, un gracias fraterno a las que de mil modos testimonian el Evangelio y trabajan en la Iglesia. Esta es para nosotros una ocasión para reafirmar la importancia y la necesidad de su presencia en la vida.

La verdadera conversión se apoya en un gran deseo: conocer a Dios. Todo lo demás es egocentrismo sin horizonte. Jesús llega a la sinagoga de Nazaret, su pueblo, y no solo declara ingenuamente: «hoy se ha cumplido la Palabra», sino que se presenta como el que va a renovar la historia a través de su persona.

En eso consiste la fe y es lo que Dios viene a renovar, el corazón del hombre a través de su Hijo. ¿Lo conseguirá frente a los maestros de la ley, que han edificado un sistema de leyes y de ritos en el que el corazón, a la postre, no cuenta para nada?

Hoy los habitantes de Nazaret se encogen de hombros y ante las palabras de Jesús que les encara con la verdad de sus vidas, prefieren no escuchar y reaccionar de tal modo que quieren acabar con la vida de Jesús.

«Pero él, pasando por en medio de ellos, siguió su camino«. Camino de la cruz. El único por el que Dios ha encontrado paso para renovar el corazón del hombre.

Si caemos en la cuenta hoy sigue pasando igual, nos cuesta trabajo creer en un Dios liberador que se manifiesta de la forma más sencilla, que no viene sobre un trono ni es un pontentado importante, ni un religioso de élite, tampoco un hacedor de milagros, sino que Dios a través de su Hijo, se hace presente en los oprimidos y en todas las personas que viven en la soledad o en la marginación.

Jesús es quién nos acerca la Buena Noticia, la salvación, quién nos ayuda y anima a trabajar por un mundo más justo y humano, donde todos tengamos una vida digna y llena de amor.

Seamos generosos con nuestros hermanos.

 ¡Feliz día!, disfrutad y dejaos moldear por Dios.

pastoral

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