25 ene

Reflexión jueves 25 de enero

Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,21-25):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»

Palabra del Señor

Reflexión

Nos cuenta la primera lectura que Pablo se cayó del caballo y su vida cambió. Tanta relevancia ha tenido esta historia que en nuestro idioma ha quedado como frase hecha “caerse del caballo” o “caerse del burro”, más popular que la anterior, quizá por usar el simbolismo del burro como animal torpe y terco. Se usa para indicar que la persona se ha dado cuenta por fin de que estaba empecinada en el error y lo ha reconocido.

Parece que Pablo era un fariseo, un judío convencido, y no estaba nada de acuerdo con esa secta o escisión del judaísmo ortodoxo y tradicional que eran los cristianos en aquel momento. Y por eso se dedicaba a tratar de hacerlos desaparecer. Para que todo volviese a su cauce, a lo que debía ser según él había aprendido y asimilado. Pero en el camino a Damasco se “cayó del caballo” y ahí algo pasó que empezó a ver la realidad de otra manera. Y de perseguidor pasó a ser el apóstol más fervoroso de la nueva doctrina. Predicó la buena nueva de Jesús por todos los sitios por donde pasó, fundó iglesias y escribió cartas que definieron la doctrina cristiana tal como hoy la conocemos.

ORACIÓN:

Señor, Dios nuestro, Padre de todos:

Que nuestra celebración de hoy,

la conversión de San Pablo,

llegue a ser para nosotros también

una profunda experiencia de conversión

y de encuentro íntimo contigo.

Que esta fiesta nos haga más conscientes

de que cualquier mal que infligimos a otros

te lo hacemos a ti,

y lo bueno que hacemos, y el amor que mostramos,

te lo damos también a ti.

Danos la gracia de amar a todos, como San Pablo.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

EN FAMILIA:

Comentar el cuadro de la conversión de san Pablo.

La conversión de San Pablo (Caravaggio) – Wikipedia, la enciclopedia libre

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