mar

Reflexión jueves 3 de marzo

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,22-25):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

Entonces decía a todos:

«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».

Palabra del Señor.

COMENTARIO:

La cruz es la marca de la casa que se graba sobre el cristiano. “La señal del cristiano es la santa cruz”, decía, en sus primeras páginas, el viejo catecismo. La cruz es el sufrimiento, el dolor, la muerte. La cruz de los inocentes y también de los pecadores. Las cruces personales- y las cruces de tantos pueblos malheridos. ¿Por qué tanto dolor? Es el enigma sombrío que atenaza a tantos hombres y mujeres, también de buena voluntad. De entrada, un cristiano no tiene para responder una filosofía. Sólo le queda el silencio respetuoso y mirar al primero de los crucificados, al Cristo del Viernes Santo. Y Cristo no buscó directamente la cruz. Fue consecuencia espontánea de su fidelidad a la tarea encomendada. Lo dice la experiencia de cada día: el que ama frecuentemente encuentra por el camino mil cruces de sacrificio, abnegación, incomprensión y sudores.

ORACIÓN:

Señor Dios nuestro:

Tú nos amas y nos invitas

a participar de tu propia vida y alegría,

por medio de una decisión profundamente personal.

Ayúdanos a elegirte a ti y a la vida

y a permanecer siempre fieles y leales

a esta opción fundamental,

por el poder de Jesucristo, tu Hijo,

que fue leal a ti y a nosotros,

ahora y por los siglos de los siglos.

EN FAMILIA:

VIACRUCIS PARA NIÑOS: https://youtu.be/mhVUAQQ09HY

pastoral

pastoral

Leave a Comment