14 mar

Reflexión lunes 14 de marzo

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,36-38):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

Palabra del Señor

 

Reflexión

Siempre tenemos que rezar por la paz pero en estas circunstancias más, por la paz en el mundo y en particular  para que cese la invasión de Ucrania por las tropas rusas de Putin. Es de una crueldad tremenda matar inocentes y provocar la salida de sus habitantes, personas mayores, mujeres, niños buscando refugio en otros pueblos. Se lo pedimos al Señor por mediación de San Juan Pablo II. Si ha habido un Papa que ha sufrido la dictadura nazi y comunista, éste ha sido San Juan Pablo II en su condición de polaco. Con toda seguridad que tuvo un papel relevante para que en Rusia apareciera un rayo de esperanza dejando de ser una amenaza para su propio pueblo para los pueblos vecinos y el resto de Europa. En estos momento vuelve la amenaza de una guerra para implantar un régimen déspota y dictatorial en Ucrania y quizá en otros lugares. Creo oportuno que en la Iglesia apelemos la intercesión de San Juan Pablo II. Con toda seguridad que él clamaría hoy CON TODA SU FUERZA PARA QUE EL AGRESOR PUSIERA FIN a la guerra que ha iniciado.

Que contraste tan grande con el evangelio de hoy: “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados…” Jesús nos ha revelado que Dios es su Padre y nuestro Padre, que cuando recemos le llamemos Padre, y ¿Cómo es este Padre? El mismo Jesús nos lo dice: es misericordioso; no nos juzga; no nos condena; nos perdona siempre, solo tenemos que recordar la parábola del hijo pródigo. Dios Padre nos propone un camino de paz, de amor, de verdad y de libertad para todos, pero ¿Caminamos en esta dirección? ¿Nuestro mundo se ha olvidado de Dios? Es cierto que el bienestar del mundo occidental nos conduce a creernos eternos en este mundo, a poner nuestra mirada en las cosas terrenas y se nos olvidan las palabras del profeta Isaías: toda carne es hierba y su belleza como flor campestre, se marchita la flor y se agosta la hierba, lo que verdaderamente permanece es la Palabra de Dios.

-Recemos por la paz en el mundo entero, por la paz entre Rusia y Ucrania.

-Se lo pedimos al Señor por mediación de san Juan Pablo II: “No más guerras.”

-Por la salud de todos los enfermos.

-Por las vocaciones al sacerdocio.

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