19 julio

Reflexión lunes 19 de julio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,38-42):

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un signo tuyo.»
Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.»

Palabra del Señor

 

REFLEXION

La relación de los escribas y fariseos con Jesús  casi siempre es conflictiva, no porque Jesús les amenazara sino porque ellos andaban buscando la forma de tentarlo y comprometerlo. El Señor había hecho ya varios milagros y expulsado espíritus inmundos, hablaba con autoridad propia y esto suscitaba recelo, envidia entre los dirigentes del pueblo.

La prueba entonces y ahora es la misma, tener fe en la persona de Jesús, confiar en su palabra. También a nosotros y a nuestro mundo nos encantaría ver algún signo espectacular que nos ahorrara la libertad de creer. La fe no es una evidencia sino una adhesión a la persona de Nuestro Señor que no se engaña ni puede engañarnos. La libertad implica el riesgo de acertar o de equivocarse, no tiene evidencia sobre la decisión. La forma que tenemos los cristianos de fortalecer esta decisión no es otra que aumentar la relación con Jesús, tratar con El, confiarle nuestros sentimientos, pensamientos, expresarle, porque no, las inclinaciones de nuestro cuerpo y de nuestros afectos, no somos espíritus puros sino seres humanos, corpóreos y el Señor lo sabe mejor que nosotros. Comprendidos y amados por el Señor no necesitamos más signos que los que nos ha dejado en los evangelios y en toda la tradición de la Iglesia y no son pocos. Lograr que esta espiritualidad, relación con Jesús sea conocida por los hombres de hoy es el reto que nos presenta la evangelización. La misión de la Iglesia, de todos nosotros, es llevar la Buena Nueva a este mundo nuestro que hemos de conocer y amar.

Nuestra Universidad Católica tiene que despertar en los alumnos la alegría de esta relación con Jesús. No es fácil pero quizá habrá que buscar mediante la sencillez y el testimonio de todos, capellanes, profesores y personas que trabajan en diferentes actividades en la Universidad despertar esta relación de amistad y confianza en Jesús.

-Pidamos por todos los alumnos de la Universidad para que descubran en Jesús el signo que de esperanza y fortaleza a sus vidas.

-Por los profesores, capellanes y personas que trabajan en la Universidad que sepamos despertar la alegría de la amistad con Jesús.

-Por la salud de todos los enfermos

-Para que el Señor nos libre de todos los males

pastoral

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