Reflexión miércoles 8 de octubre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,1-4):
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.»
Él les dijo: «Cuando oréis decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación.»»
Palabra del Señor
Reflexión
Nos encontramos ante una de las peticiones que más debemos agradecer a los discípulos de Jesús. Gracias a ella, el Señor nos regaló el padrenuestro, la oración por excelencia de los cristianos, de los hijos de Dios. Además, esta petición expresa el deseo de avanzar en el camino de la oración, de crecer en nuestra espiritualidad, lo que es un reto para todos nosotros. No podemos conformarnos con una fe y una oración pobres. Hemos de consolidar nuestra confianza en Dios. Es lo que hacemos cuando llamamos a Dios Padre y todo el resto de peticiones que contiene esta oración. Es una verdadera escuela para nuestra vida de oración. Por eso, seguro que cada día rezamos el padrenuestro varias veces, muchas rápidamente, pero también hemos de buscar algún momento para rezarlo despacio y dando a cada palabra el valor que tiene.




