Mi experiencia como alumno de la UCV en el máster de ERCA, por Román Rodríguez

Nunca me hubiera imaginado, cuando comencé a estudiar la Diplomatura de Magisterio con doble especialidad de Primaria e Infantil en la Universidad Católica de Valencia, ya hace unos cuantos años, que mi futuro laboral iba a estar relacionado con programas de prevención de conductas adictivas. Como tantos/as otros/as de mis compañeros/as, pensaba que acabaría dando clases en un colegio.

Curiosamente, el germen fue realizar una formación, que pensé que sería un simple complemento que añadir al currículum: Monitor de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil, cursada en la escuela de animadores Edetania. Me encaminó hacia la pedagogía del ocio y tiempo libre, con una especial predilección por los grupos vulnerables. Aun así, no sería hasta unos cuantos años después que surgiría la oportunidad de acompañar a especialistas en programas de prevención selectiva de conductas adictivas. Así pues, tenía la necesidad de especializarme.

Realizar el máster en Educación y Rehabilitación de Conductas Adictivas no solo era recomendable, sino que era imprescindible. Gracias a este máster pude ahondar en los entresijos de la intervención específica que realizo hoy en día con adolescentes en situación de vulnerabilidad.

Si me pongo a reflexionar acerca de las razones para cursarlo en la Universidad Católica de Valencia entre el amplio abanico de opciones que existen, me cuesta decidirme por la más destacable. Quizá sea la evaluación continua a la que se someten los planes de estudio, renovando las materias con aquellos contenidos y técnicas nuevas que puedan interesar a sus alumnos. Puede que sea la experiencia práctica y profesionalidad de los docentes, que con su entrega hacen que merezcan la pena las horas delante de la pantalla y el esfuerzo de compaginar estudios con trabajo. Quizá sea por la entrega de las personas que se encargan de la dirección y coordinación de la titulación que hacen un trabajo incansable por equilibrar las necesidades de los alumnos y aquellas formales y administrativas de la universidad, mientras que siguen poniendo todo su empeño e ilusión en su tarea docente.

Todo ello unido a esas pequeñas cosas que no se aprecian a no ser que pares un segundo a respirar en medio de la locura que a veces supone vivir. Entre ellas, esa familiaridad, que es reconfortante y que da tranquilidad, porque hay algo que te hace sentir bienvenido/a. Todas, puesto que no tengo por qué elegir una, hacen que pueda recomendar estudiar esta titulación profesionalizante.

Sobre el autor: Román Rodríguez Sebastián

Es estudiante de Grado en Psicología y de Posgrado en Psicoterapia Gestalt Integrativa. Posee titulación de Maestro, doble especialidad de Educación infantil y primaria. Máster en Educación y Rehabilitación de Conductas Adictivas.  Formación internacional en Terapia a través de la Aventura y Educación Experiencial. Por experiencia personal cree en la capacidad de cambio de las personas y en las segundas oportunidades. Ha encontrado su sitio en la relación de ayuda basando su práctica en el descubrimiento y refuerzo de talentos personales. Actualmente trabaja con un equipo multidisciplinar en Terapia Aventura, involucrado en proyectos de prevención de conductas adictivas para jóvenes, y como facilitador de grupos vulnerables.