Celebración de la Cuaresma
La Iglesia nos ofrece en la Cuaresma un tiempo de alegría para contemplar desde la fe y experimentar en nuestra propia vida la Misericordia de Dios.
Dios se presenta como el Dios que ve, que oye, que siente. No es indiferente a la suerte de los hombres. Se conmueve y se compadece. Dios es un corazón inmenso que se define como Misericordia. En ella nos revela su Amor.
Esta Misericordia se manifiesta en Jesús. Él es el rostro de la Misericordia del Padre, comunicando su esperanza, su amor y su perdón para con todos, especialmente para los pecadores y para cuantos sufren.
También la Misericordia de Jesús nos ofrece a su Madre como Madre nuestra, y desde la Cruz nos la ofrece como amparo en nuestro desvalimiento y estimulo constante para nuestra caridad.
Que María Inmaculada, en nuestra Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir» interceda por nosotros para que seamos misericordiosos como nuestro Padre es misericordioso y así nos haga dignos de contemplar para siempre el rostro de la Misericordia: su Hijo Jesús.
Por eso, en esta Cuaresma hagamos visible la Misericordia de Dios haciendo realidad las Obras de Misericordia.
Obras de Misericordia Espirituales:
- Enseñar al que no sabe.
- Dar buen consejo a quien lo necesita.
- Corregir al que yerra
- Perdonar las injurias.
- Consolar al triste.
- Sufrir con paciencia las flaquezas del prójimo.
- Rogad a Dios por vivos y muertos.
Obras de Misericordia Corporales:
- Visitar y cuidar enfermos.
- Dar de comer al hambriento.
- Dar de beber al sediento.
- Dar posada al peregrino.
- Vestir al desnudo.
- Redimir al cautivo.
- Enterrar a los muertos.
No busquemos excusas, que la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir» sea testigo del Amor y Misericordia de Dios.