La Iglesia nos ofrece en la Cuaresma un tiempo de alegría para contemplar desde la fe y experimentar en nuestra propia vida la Misericordia de Dios. Dios se presenta como el Dios que ve, que oye, que siente. No es indiferente a la suerte de
Cuaresma
La Iglesia nos ofrece en la Cuaresma un tiempo de alegría para contemplar desde la fe y experimentar en nuestra propia vida la Misericordia de Dios. Dios se presenta como el Dios que ve, que oye, que siente. No es indiferente a la suerte de