Dos alumnos de la UCV han participado en Julio de 2019 en una escuela de verano organizada por la Federación de Universidades Católicas de Europa (FUCE) de la que somos miembros. Aquí nos cuentan su experiencia:

EXPERIENCIA SOFÍA NAVARRO PÉREZ

“Viaje a Gubbio, una experiencia excepcional….

Gracias a la Universidad Católica de Valencia he podido vivir una de las mejores experiencias de mi vida, donde conocí a unas personas maravillosas que me hicieron pensar en que si nos ayudamos y trabajamos en las relaciones internacionales, el progreso y el avance están asegurados.

Mi experiencia se resume en que un buen día, mi profesora de inglés se puso en contacto conmigo y me comentó el proyecto, me ilusioné muchísimo y decidí tras consultarlo con mi familia que debía formar parte del mismo.

Una vez terminado el curso acudí a la sede, donde me presentaron a mi compañero de viaje y me clarificaron todas las dudas relacionadas con el curso.

Cuando todo comenzó fue increíble, ya que mi compañero y yo nos llevamos muy bien y tuvimos un trayecto de lo más agradable, y una vez aterrizamos y tuvimos el primer contacto con el país, su cultura y los demás alumnos y profesores, supimos que aquello nos iba a marcar para siempre. Tanta simpatía, educación y conexión con todos a pesar de las barreras culturales y lingüísticas hizo todo más fácil.

Tuvimos la suerte de conocer a personas de países como Portugal, Francia, de la propia Italia, Ucrania, Líbano, Bélgica, Georgia, Jordania, de España (Madrid)… países tan diferentes culturalmente hablando, sin embargo con un propósito común: trabajar por la unión entre los países siendo conscientes de esta necesidad para así asegurar un futuro sostenible y basado en la confianza mutua.

Los temas de las ponencias (muy dinámicas y sugerentes) iban desde el origen de la propia Europa, pasando por su literatura y arte, ciencia y tecnología y los desafíos, democracia, liderazgo, ética y religión, solidaridad y diversidad … Éstas eran seguidas de unos talleres y debates que ayudaban a profundizar y a asentar aquello aprendido en la clase. Pudimos visitar Asís y la Basílica de San Francisco de Asís, y la Basílica de Santa Clara, su hermana.

Otra de las excursiones que hicimos fue la visita por Gubbio y la subida a la Basílica de San Ubaldo, ambas muy enriquecedoras a la vez que divertidas.

Agradezco que se me haya tenido en cuenta para este proyecto tan maravilloso, inspirador, fascinante, satisfactorio y educativo.

Gracias a mi profesora por tenerme en cuenta, al departamento de relaciones internacionales, al organizador y a la FUCE por hacer de nuestros sueños una realidad. ”

EXPERIENCIA PEDRO PEINADO

“Hola, soy Pedro Peinado, ahora estudiante de derecho de tercer curso.

En diciembre de 2018, la universidad me contactó para ofrecerme la posibilidad de participar en la primera edición del curso de verano organizado por la FUCE. Este curso se realizaría después de los exámenes de verano de 2019, en la ciudad de Gubbio, una ciudad de ambientación medieval de Italia. La idea de este curso es reunir 22 estudiantes de las distintas universidades católicas de Europa y llevar a cabo un programa compuesto por sesiones teóricas, prácticas y culturales.

Mi primera reacción fue la de aceptarlo, de primeras parecía una experiencia interesante y que merecía la pena vivir, ya adelanto que fue una impresión acertada.

Conforme fue pasando el tiempo y llegaba la hora de irse, me fui generando expectativas de lo que podía llegar a ser el viaje. Cabe mencionar que las experiencias internacionales entre los estudiantes de derecho están bien vistas por el lado de pasarlo bien, disfrutar y vivir la experiencia, pero mal vistas por el lado del aprendizaje y de la utilidad, por eso de “yo estudio y voy a ejercer derecho español”.

Sinceramente, hasta vivir esta experiencia yo estaba un poco con los que pensaban que estudiar fuera siendo estudiante de derecho no era lo más provechoso, así que iba con la mentalidad de disfrutar esta vivencia de manera puntual y nada más, pero esto iba a cambiar una vez realizado este viaje.

El curso duraba solamente una semana, pero vaya semana, asumo que la mayoría de los 22 estudiantes que asistimos al curso llevábamos la mente desconectada por el hecho de que acabábamos de finalizar nuestros exámenes, pero había que enchufarse de nuevo.

Después de una reunión de bienvenida donde todos nos conoceríamos, al día siguiente iba a dar comienzo una de las semanas más intensas que puedo llegar a recordar. El programa contenía seminarios y conferencias por la mañana, comíamos todos juntos a mediodía, y por la tarde teníamos, dependiendo del día, talleres con actividades prácticas, visitas y excursiones por los mejores sitios de Gubbio, y por supuesto, tiempo libre para poder hacer lo que quisiéramos juntos. Lo cierto es que no parábamos, pero no recuerdo a nadie quejarse de estar cansado, cada momento se disfrutaba y todos encarábamos el programa con ganas.

A grandes rasgos, el contenido del curso era interesante, daba mucho pie a debate entre nosotros, los profesores permitían una constante participación activa y toda opinión era bien recibida. La ciudad esconde una gran tradición y una profunda cultura, a quien le guste lo medieval le encantaría visitarla.

Pero sin duda lo más destacable fue la gente, el motivo por el que mi opinión sobre los programas Erasmus ha cambiado ha sido el poder conocer gente y compartir mis ideas con ellos. Vivir este tipo de experiencias simplemente te enriquece y abre tu mente, algo que es muy recompensado en el mundo del derecho, para aquellos que piensan lo contrario, así que lo recomiendo encarecidamente.

En definitiva, una experiencia breve pero intensa, para mí ha sido como ponerme la miel en los labios y ahora me decido a probar este tipo de sensaciones, pero a lo grande, en el Erasmus. ¡Gracias a la UCV y a la FUCE por haberme permitido formar parte de esto!”

¡Gracias a los dos por contarnos vuestra experiencia y compartirla con toda la Comunidad UCV! Os deseamos lo mejor para el futuro.