Hoy tenemos la experiencia de Andrea Gallardo, alumna de enfermería que ha realizado su movilidad Erasmus en la University of Ljubljana ubicada en Ljubljana, Eslovenia. A continuación su experiencia:

“Ha pasado ya un mes desde que aterricé en Valencia, no sé por qué me ha resultado tan difícil escribir estas líneas, puede que sea en parte porque con la entrega de esta redacción doy carpetazo a mi época como estudiante Erasmus.

El Erasmus para mí fue un “pensat i fet” como se suele decir, puesto que hasta Octubre del año pasado no decidí realmente que quería realizar estudios en el extranjero. Para mí nunca había sido una opción real, puesto que me he considerado casi toda mi vida una persona introvertida y dependiente. (Aunque mucha de la gente que me conoce lo negará, porque no callo ni debajo del agua). Me asustaba pensar que iba a estar durante tanto tiempo sola en un país donde quedaba bastante lejos de mi alcance toda mi familia y mis amigos.

El día 12 de Febrero embarqué en el vuelo que me llevaría a la que ahora considero es mi segunda casa. Aunque suene raro pensarlo, Eslovenia es el país que ha visto madurar, donde he puesto mi primera lavadora, donde he hecho mi primera tortilla de patata y he aprendido a valorar el magnífico tiempo que tenemos en Valencia.

No os voy a decir que en Ljubljana me sentí en casa desde el primer momento porque estaría mintiéndoos. La primera semana fue una de las peores de mi vida. Extrañaba el sol, el falso frío al que estaba acostumbrada, mi cama. Añoraba el que la gente hablase español por la calle (aunque en defensa de su gente diré que sí tienen un muy buen nivel de inglés). Y sobre todo añoraba a mi familia. Pero con el tiempo te acostumbras. El frío no es tanto con un gorro y unos guantes, no es tan malo. Conoces gente en la residencia, yo tuve la suerte de que dos de mis compañeros hablasen un español casi nativo… y a mi madre la tenía por Skype en cualquier momento del día.

En cuanto empecé las prácticas tuve la oportunidad de trabajar en el hospital principal de la ciudad y con ello de trabajar en bastantes de los servicios allí presentes, ya que fui rotando por todo el hospital. Aunque sí que es verdad que no tuve la oportunidad de estar en Urgencias o en Reanimación que son dos de los servicios donde pudiera haber estado si me hubiese quedado en España. He pasado mucho más tiempo observando del que me hubiese gustado pero he tenido la oportunidad de aprender un nuevo sistema de actuar y nuevos procedimientos. Así como comunicarme con un paciente sin un idioma común. Es impresionante lo que se puede observar de un paciente solo con los gestos que hace (ya que ese es un lenguaje universal).

Eslovenia es un país que enamora, de verdad, yo no esperaba que me gustase tanto, puede que sea porque lo he visto cambiar, desde el país gris y frío del invierno al verde afectuoso de la primavera con toda aquella gente que apareció de la nada como si despertasen de una larga hibernación. Está lleno de parajes naturales sacados de los cuentos de hadas y es un país tan pequeño que ir de una punta a otra se puede hacer en 3 horas en coche.

Por último comentar que si estáis pensando en hacer un Erasmus, mi consejo es que lo hagáis indudablemente, puesto que es una manera de conocer a gente maravillosa, y conoceros a vosotros mismos un poco mejor.

Best Regards

The Woman in Red”

Muchísimas gracias Andrea por tu experiencia! Te deseamos lo mejor en tu futuro!!