Experiencia OUT – Raquel Sanz
Estudiante de la Universidad Católica de Valencia, Raquel Sanz cursando enfermería, nos cuenta su experiencia internacional en Wroclaw, Polonia:
“La ciudad de Wroclaw está situada en el voivodato de la baja Silesia de Polonia, junto al río Oder. Dicen que se le conoce como la Venecia del norte, tiene varias islas en el cauce del río unidas por puentes a la ciudad. Es una pena no haber podido disfrutar del buen tiempo de Wroclaw, pero aun así las vistas de la ciudad son increíbles incluso con frío. La plaza de Rynek es preciosa con todas sus casas de colores y toda su historia, es el centro de la ciudad y siempre hay mucha vida a sus alrededores. Uno de los atractivos principales de Wroclaw son los gnomos, si, aunque suene raro lo son, estas figuritas están escondidas por todos los rincones de la ciudad y hay cientos! es un buen atractivo para los turistas y además sirven para visitar muchos monumentos y sitios de interés.
Desde Wroclaw puedes ir a otras ciudades en transporte público bastante económico para escapas de fin de semana, en nuestro caso, nosotras pudimos visitar Poznan, Cracovia y Dresden que no están a más de tres horas de allí, y son ciudades preciosas.
Con respecto a las practicas de enfermería, tienen un hospital con una capacidad de pacientes enorme y con equipos de tecnología muy avanzados. El coordinador de enfermería de la universidad de allí es muy atento y simpático y siempre nos ayudaba con lo que podía.
Debido a la situación del Covid-19 nuestras prácticas en el hospital y nuestro erasmus terminó antes de lo debido por lo que no pudimos ir a todos los servicios que teníamos previstos. Aun así, en el hospital no es que hiciéramos gran cosa, la gran parte del día veíamos como trabajaban ellos, dado que muchos de los pacientes allí no entendían el ingles, incluidas muchas de las enfermeras, por ello nos mandaban muchas veces con doctores que si que entendían ingles. Era difícil poder comunicarse con los pacientes y con las enfermeras porque nosotras no entendíamos el polaco ni ellos el ingles, esto no solo ocurre en el hospital, en la ciudad solo las personas jóvenes hablan ingles.
Para acabar, como recomendación, si no habláis polaco (cosa que veo complicada) y os han asignado un buddy aprovechad al máximo su ayuda, que os acompañen a la residencia el primer día porque en la recepción no hablan nada de inglés (creedme, fueron nuestros ángeles desde que aterrizamos), son muy simpáticos, divertidos y os pueden enseñar algo de polaco (que nunca viene mal), tenéis asegurado un amigo incluso antes de llegar.”
¡Gracias Raquel por compartir tu experiencia con nosotros!