Movilidad mixta en la isla Vikinga – Maurizio Salvatore
Te recomendamos leer esta experiencia completa de Maurizio, que contiene información interesante previa y durante a la hora pedir una movilidad mixta y de docencia.
“La movilidad llevada a cabo era mixta, es decir, consistía en realizar una semana tanto de observación como de docencia en la que se me pedía hacer mínimo cuatro horas de cada modalidad. Por lo tanto, antes de aterrizar a la isla vikinga, ya me había puesto en contacto con las profesoras del Departamento de Español para que pudiera cumplir con esos requisitos y a la vez poder sacarle el máximo provecho de esta experiencia que se convertiría más adelante en la mejor que he vivido hasta la fecha. La jefa del departamento, coordinadora también del máster de E/LE de la Universidad de Sevilla, me asignó una tutora doctorando (docente del curso de Gramática II) que me supervisó y me estuvo ayudando antes, durante y después de mi estancia, lo cual me permitió integrarme a la perfección en la universidad, en la ciudad, así como aprender de forma más efectiva y conseguir los objetivos preestablecidos. Le estaré eternamente agradecido.
Los primeros días se centraron principalmente en conocer la institución universitaria, los edificios en los que se impartían las clases, presentar e intercambiar información sobre la Universidad Católica de Valencia y la Universidad de Islandia, así como firmar los documentos de la movilidad Erasmus y revisar las secuencias didácticas que había preparado para las clases del jueves y viernes. De hecho, la segunda parte de la semana resultó ser la más apretada, ya que se impartía la mayoría de las clases de E/LE en las que tenía que colaborar más activamente. Por un lado, preparé y di clases en el curso de Gramática II, el cual corresponde al nivel intermedio del Marco Común Europeo de Referencia. Por el otro, participé como asistente en la clase de Conversación, Cultura y Sociedad II que se llevó a cabo por dos estudiantes de E/LE en prácticas bajo la supervisión de la docente principal.
En cuanto a lo que ofrece la isla en sí, he de decir que aproveché todo el tiempo libre para descubrir los mejores lugares y atracciones del país y sumergirme en su cultura y costumbres. Me apunté a algunas excursiones organizadas para visitar las famosas cascadas del sur, los géiseres, las playas y los glaciares típicos de la isla. Además, tuve la suerte de poder admirar y disfrutar de las auroras boreales hasta bien dos noches seguidas. La segunda vez fue aún más espectacular porque aparecieron justo encima de mi apartamento. Así que salí corriendo a un descampado al lado del campus universitario con poca contaminación lumínica para verlas de cerca y con más claridad y, sin duda alguna, fue uno de los momentos más mágicos de mi vida que coronó esta movilidad como una de las más bellas y enriquecedoras.”