«…vamos senadores y congresistas por favor atiendan la llamada, no queden parados en la puerta, no bloqueen la sala porque el que está herido será quien se quede estancado. Hay una batalla allí fuera y se está poniendo furiosa. Pronto agita tus ventanas y golpeará tus paredes porque los tiempos están cambiando…» Phil Collins cantaba está letra titulada LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO allá por el año 1996, cuando la gallega Carolina Bescansa Hernández tan solo tenía 25 años.

Seguramente estaría y está de acuerdo con la letra de esta canción vista su trayectoria política, especialmente durante estos últimos 5 años en los que ha jugado un papel fundamental dentro de la formación de Podemos, un partido político que ha llegado para cambiar los tiempos y las formas en política.

A esta compostelana de 45 años le avala una larga y exitosa carrera académica lo que le ha hecho ser una de las mentes más brillantes dentro de la formación política de Podemos. Bescansa es Doctora en Ciencia Política y Sociología, especializada en Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales ejerciendo su labor docente en la Universidad Complutense de Madrid, origen y foco principal de la formación morada.

Carolina comenzó siendo la única mujer en el origen de Podemos allá por el 2014, actualmente es la secretaria de Análisis Político y Social y además es la número tres del partido, pero la diputada en el Congreso de los Diputados ha ido ganando peso político, tal vez aumentado por la seguridad con la que transmite los mensajes al mismo tiempo que lo hace con dulzura, eso que en la formación llaman «estilo femenino» y que tanto les obsesiona transmitir, probablemente para abarcar más número de votantes moderados.

La familia Bescansa es una de las familias más conocidas en Galicia, pero no por su miembro más polémico sino por su trayectoria empresarial y académica de referencia y de largo recorrido que comenzó con la creación de los laboratorios Bescansa, conocidos por sus fórmulas magistrales.

Aparentemente la imagen con la que se presenta Carolina no parece demasiado premeditada sino más bien fruto de su estilo de vida, porque al fin y al cabo nos vestimos tal y como vivimos, aunque no sería de extrañar que fuera una imagen totalmente meditada y estudiada visto los acontecimientos:

La gallega activista utiliza colores muy neutros, más bien diría que utiliza colores conservadores, principalmente el blanco y el negro, durante sus comparecencias públicas. Ambos colores parecen ser los tonos fetiche de la compostelana. Según estudios de la psicóloga Eva Heller el negro es el color favorito del 10% de los hombres y de las mujeres dependiendo de la edad. Según este estudio solo el 15% de las mujeres jóvenes declara que el negro es su color favorito y de las mayores de 50 años solo el 6%. Cuanto mayores son los hombres y las mujeres, menor predilección muestran por el negro, probablemente en una sociedad donde impera el culto al cuerpo y la eterna juventud el color negro es el color que muestra la juventud de una manera más clara y neutra. En las personas mayores hacen resaltar cualquier parte flácida de la barbilla.

Los jóvenes asocian el negro a la moda y a los coches caros, y los mayores a la muerte. Y es que el negro es la ausencia de luz, tal vez la diferencia entre el bien y el mal, entre el día y la noche. Pero si por algo se caracteriza el color negro en la vestimenta es por que quien viste de negro no necesita hacerse el interesante con otros colores, le basta la personalidad.

Otro de los colores preferidos para Carolina Bescansa es el color blanco, que en términos psicológicos significa el color de la verdad, la honradez y el bien. El blanco es femenino y es noble con casi toda seguridad es el color de las personas con una personalidad tranquila y reflexiva, aunque otras vertientes de la psicología del color afirman que el significado político del blanco es la señal de rendición, quien no quiere o no puede combatir muestra una bandera blanca.

Eva Haller en su obra: Psicología del color afirma que: “quien en la antigua Roma aspiraba a un cargo político, debía primero presentarse en público, y en este acto el aspirante vestía siempre una toga blanca. El blanco radiante se llama en latin candidus, y por eso llamamos hoy a los aspirantes a cargos políticos “candidatos”.

¿Será Carolina Bescansa la candidata a liderar Podemos? Solo el tiempo dirá de qué color se tiñe España…

Ángeles Gómez. Antigua alumna del Máster en Marketing político y Comunicación institucional de la UCV.