La UCV celebra el miércoles de ceniza en las diferentes sedes.

Como ya viene siendo costumbre desde los orígenes de la Universidad Católica de Valencia (UCV), sus estudiantes, profesores y personal de administración y servicios, en las diferentes sedes,  han participado en la Santa Misa del Miércoles de Ceniza, en la que se ha celebrado el tradicional rito de la imposición de la ceniza sobre la frente por parte del presbítero.

Este rito se remonta al siglo XI cuando el Papa Urbano II recomendó la imposición de la ceniza a todos los fieles como signo distintivo de la inauguración de la Cuaresma. Se celebra cuarenta días antes del Domingo de Ramos, día en que comienza la Semana Santa, por eso, la Cuaresma es un tiempo de conversión y preparación para la Pascua.

A quienes se les imponga la ceniza escucharon unas palabras que resumen el sentido de estos cuarenta días: «Conviértete y cree en el Evangelio». De eso se trata: de convertirse, poner los ojos en Jesucristo, rostro de Dios, y seguir su mismo camino que nos conduce a la salvación, el camino de la verdad y de la misericordia, la senda del amor a Dios y al prójimo. Este tiempo nos invita a que aprendamos a ver el mundo con la misma mirada de Jesucristo, misma mirada de Dios: mirada compasiva, mirada de amor.

La imposición general de la ceniza muestra el carácter social del pecado, suma de todos los pecados personales. Recordamos que somos pecadores por la debilidad humana, pero, sin embargo, Cristo nos ama hasta el infinito y se entrega por nosotros, por nuestra salvación.

Las prácticas cuaresmales recomendadas son la mayor escucha de la Palabra de Dios, junto con la oración, el ayuno, y la limosna, concluyendo en una celebración del sacramento de la Penitencia que nos lleve a encontrarnos con la gracia del perdón.

Posteriormente a la celebración de la Santa Misa, un grupo de alumnos participó en el encuentro de la comunidad de Abraham. Ésta dio testimonios, compartió un rato de oración y cantos, como comienzo y preparación de la Santa Cuaresma.