La movilidad internacional no solo impulsa el desarrollo académico, también transforma la forma en que entendemos otras culturas y modelos de vida. Así lo ha vivido Carlos Mínguez, docente e investigador que, gracias a una beca ERASMUS KA131, ha tenido la oportunidad de realizar una estancia en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Cuenca (Ecuador). Una experiencia enriquecedora tanto a nivel profesional como personal.

 

Investigación con identidad local

La movilidad internacional no solo impulsa el desarrollo académico, también transforma la forma en que entendemos otras culturas y modelos de vida. Así lo ha vivido Carlos Mínguez, docente e investigador que, gracias a una beca ERASMUS KA131, ha tenido la oportunidad de realizar una estancia en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Cuenca (Ecuador). Una experiencia enriquecedora tanto a nivel profesional como personal. 

Durante su estancia, Carlos ha podido avanzar en un interesante proyecto de investigación conjunta sobre manejo de cuyes (cobayas). A diferencia de Europa, donde se consideran mascotas, en Ecuador estos animales son parte importante de la ganadería andina, con un fuerte valor cultural, alimenticio y ritual.

“En España, al ser considerados animales de compañía, no es posible hacer estudios de manejo productivo en granjas. Por eso trasladar el experimento a Ecuador ha sido clave”, comenta Carlos. 

Allí, en un entorno donde el cuy forma parte de la vida diaria, se ha llevado a cabo todo el proceso experimental: desde la creación de grupos de estudio hasta la toma de datos, siempre en estrecha colaboración con el equipo local.

Ética y cooperación institucional

Otro de los hitos importantes de esta movilidad ha sido la colaboración en la creación de un Comité de Ética en Experimentación Animal en la UPS. Como miembro permanente del comité en la Universidad Católica de Valencia, Carlos pudo asesorar sobre su funcionamiento, estructura y gestión de proyectos. Una contribución que fortalece el compromiso ético de la UPS en el ámbito científico.

Seminarios, debates y aprendizaje compartido

La estancia también incluyó la impartición de seminarios centrados en la producción ganadera intensiva en Europa, la gestión sostenible ecuatoriana y la selección genómica. Estos encuentros fueron espacios de intercambio muy valiosos, en los que docentes y estudiantes compartieron realidades, retos y enfoques productivos diferentes, enriqueciendo mutuamente su visión.

Más allá de la universidad

La experiencia de Carlos no se limitó a las aulas y laboratorios. Ecuador, y en particular la ciudad de Cuenca, le ofreció una vivencia profundamente humana:

“Ecuador es un país acogedor, cercano y familiar. Me sentí acompañado en todo momento. Las personas me mostraron sus monumentos, tradiciones y gastronomía con mucho cariño.”  

A pesar de ciertas percepciones externas sobre la seguridad en la región, Carlos subraya que Cuenca es una ciudad tranquila, con clima templado y una gran vitalidad. La recomienda con entusiasmo tanto para docentes y estudiantes como para viajeros curiosos que buscan romper prejuicios y descubrir el corazón de Latinoamérica.

Un mensaje claro: Ecuador ama la vida

La frase que representa al país –“Ecuador ama la vida”– no podría haber sido más acertada para resumir esta experiencia. Una estancia cargada de ciencia, colaboración, cultura y humanidad. “Me encanta su marca de país y creo que lo representa muy bien… ¡ECUADOR AMA LA VIDA!”