21 de mayo

Reflexión jueves 21 de mayo

EVANGELIO DEL DÍA:

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,16-20):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».

Comentaron entonces algunos discípulos:

« ¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».

Y se preguntaban:

« ¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».

Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:

« ¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Palabra del Señor

COMENTARIO:

En el evangelio de hoy Jesús habla de un misterioso «dentro de poco».

Jesús va a sufrir la pasión pero no se siente solo. Aunque sus discípulos le abandonen, el Padre siempre está con Él. Concluye estas recomendaciones con un grito de ánimo. A pesar de la crueldad de las tribulaciones padecidas, afirma: «Yo he vencido al mundo» Y estoy siempre a vuestro lado.

¡Qué difícil nos resulta creer cuando al parecer Dios no responde a nuestras necesidades! Y digo “al parecer” porque Dios siempre responde, aunque no de la forma  que nosotros esperamos. No basta con pedir. Hay que “creer”.  La fe es la conexión de un ser humano con Dios mismo. La fe no es oscuridad. Es luz. Es el descubrimiento de un imán que atrae y seduce todo en nosotros y que en su atracción le da sentido a todo.

Por otro lado la fe no es únicamente una opción individual que se hace en la intimidad de la conciencia  del creyente.  Por su misma naturaleza, la fe se abre al ‘nosotros’, a la comunidad, se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia.

ORACIÓN: Aquí estamos

Aquí estamos, Señor, Espíritu Santo, aquí estamos, agobiados por el peso de nuestros pecados, pero particularmente congregados en tu nombre.

Ven a nosotros, quédate con nosotros y dígnate penetrar en nuestros corazones.

Enséñanos lo que tenemos que hacer, hacia dónde hemos de tender y muéstranos cuál ha de ser nuestro objetivo, para que, con tu ayuda, podamos complacerte en todo.

Sé tú el único inspirador y autor de nuestras decisiones, tú que eres el único que, con Dios Padre y su Hijo, posees un nombre glorioso.

No permitas que obremos contra justicia, tú que amas al máximo la equidad. Que la ignorancia no nos extravíe, que el favoritismo no nos doblegue, que no nos dejemos sobornar por favores, dádivas o influencias.

Que el don de tu gracia nos una eficazmente a ti, de manera que estemos identificados contigo y en nada nos desviemos de la verdad; para que así reunidos en tu nombre, en todos los asuntos moderemos la justicia con la piedad; de este modo lograremos en esta vida una plena sintonía contigo, y en la otra alcanzaremos por nuestra buena conducta el premio eterno. Amén.

Esta oración, que se acostumbra rezar antes de una reunión para tratar en común algún asunto, está enriquecida con indulgencia parcial. Manual de Indulgencias.

REFLEXIONES:

En el supuesto de que fuese eliminada la asignatura de religión, lo central para educar en una antropología y moral cristiana es el docente. En la enseñanza, el docente no puede ser sustituido ni por el acceso a la información ni por un ciberprofesor.

En realidad no es nada nuevo, pues ya el mártir Pedro Poveda (1874-1936), ante los cambios que la sociedad demandaba, vio una oportunidad para un cristianismo de presencia y transformación novedoso en su tiempo. Así nació la Institución Teresiana. Poveda puso el acento en la vida de los hombres y mujeres de la primitiva Iglesia, porque fueron capaces de cambiar la Historia con el testimonio de una fe vivida en lo cotidiano.

Así, en un contexto sociopolítico cada vez más hostil, que llevó a una persecución religiosa en el marco de la guerra civil española y, por ello, a su martirio, Poveda quiso ser instrumento de la gracia divina para reunir a laicos a vivir una espiritualidad laical de encarnación. Los valores evangélicos que él propuso vivir fueron los de la fraternidad, la tolerancia, la mansedumbre y la humildad.

¿Qué se entiende por una espiritualidad laical de encarnación? Es la misma institución teresiana la que lo aclara: ser santos a través de un empeño de transformación de la sociedad por medio de la educación. Ello implica  Seguir los acontecimientos, implicarse en ellos, estudiarlos, adquirir una formación sólida y aportar la sal y la luz desde la radical exigencia evangélica.

“La urgencia era formar maestros católicos que actuaran desde su propia vivencia del Evangelio en las estructuras educativas públicas.

En el pensamiento de esta obra estaba que “la educación cristiana no era privativa de lugares o grupos sociales, sino que la plataforma de la educación pública era una oportunidad que los cristianos no podían dejar de lado.

El obispo Pla y Deniel, que poco tiempo después sería arzobispo de Toledo y primado, pronunció un discurso que impresionó: “El pueblo en general será lo que sean las escuelas públicas (…). En muchos sitios no hay más que una escuela nacional. Es preciso estar presentes (…) en toda la enseñanza oficial (…)”.

ACTIVIDAES PARA REALIZAR EN FAMILIA:

Ver la película Poveda.

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