10 oct

Reflexión martes 10 de octubre

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10,38-42):

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.»

Palabra del Señor

Reflexión
La escena familiar que nos presenta el evangelio de hoy nos muestra dos actitudes frente a la persona de Jesús, personificadas en dos hermanas. Marta es el paradigma de las personas activistas, que se desgastan en el hacer, que viven al servicio de los demás, pero no llegan a disfrutar en profundidad de las cosas. Por el contrario, María se pasa el tiempo a los pies de Jesús. Es el prototipo de las personas sensibles, que saben disfrutar de cada momento. Marta está disgustada con su hermana, porque no le ayuda en el servicio, y pide a Jesús que recrimine su inactividad. Jesús no solo no lo hace, sino que además alaba y reconoce a María, porque ha sabido elegir la parte mejor. El mensaje es una advertencia a los que no sabemos discernir bien el trabajo y lo utilizamos a veces como huida de ese encuentro con Jesús.
pastoral

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