Presentación

Mirar el cine

“El buen cine es un arte de la luz. Y cómo tal, tiene potencia para iluminar la vida de los hombres” (J. Orellana). El cine es como un contador de cuentos con un arte especial. Utiliza la narración, las imágenes, la poesía, la música, la belleza. Lleno de metáforas y cargado de sugerencias, los cuentos que narra son las historias de los hombres, historias de gente posible. Es como un espejo donde el hombre se mira y es capaz de ver lo más noble y lo más mezquino de su rostro porque en la pantalla se refleja la verdad tanto como la mentira, la autenticidad tanto como la hipocresía.

Ir al cine es la diversión más universal, la realidad humana que más sirve al hombre para divertirse y para pasarlo bien. Cualquier película -hablamos siempre de buen cine- debe, entretener, interesar, hacer descansar e incluso hacer reír al público que la contempla. “El que entra en un cine deja a la puerta, como se deja el paraguas, su vida real, con sus preocupaciones -no tiene dinero, tiene una úlcera o un hijo enfermo, lo van a jubilar-, y entra en una historia ficticia, en otras vidas y durante hora y media deja en suspenso sus pesadumbres. Cuando termina la proyección las recoge y se vuelve a casa, pero ha descansado y tiene quizás más fuerza para seguir adelante. Esta es una función esencial de la diversión” (Julián Marías. La felicidad humana).

Saber ver

Lo importante en el cine no es “lo que pasa”, es “saber ver lo que pasa”. No es lo mismo ir al cine que ver cine. Ver cine supone descubrir la riqueza que encierra, riqueza que depende no tanto del género, la localización geográfica o del director, sino de la mirada humana que lo sustenta capaz de leer los valores artísticos, humanos, éticos, sociológicos o literarios de una proyección y que enriquecen como persona al espectador que lo contempla.

A través de los guiones y a través de la fantasía se nos hacen accesibles dimensiones humanas que realmente no hemos vivido: el amor y el odio, la guerra, los celos, la ambición o el heroísmo. Lo que contemplamos en la pantalla puede ser una preparación para la vida real, un medio de reflexión, una oportunidad para madurar, para proyectarnos en el futuro. Por eso, ver cine nunca es perder el tiempo, es precisamente un tiempo que se gana.

Esto es lo que te ofrece la ucv

Ver cine para “disfrutar aprendiendo y aprender disfrutando”.

Cada mes podrás disponer de algunas críticas de cine actual y de cine clásico que te darán sugerencias sobre los valores de esas películas, y de un enriquecedor Cine Forum en el que no sólo serás espectador, sino que podrás aporta a otros la luz de tu “mirada”.

Mª Consuelo Tomás y Garrido.
Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Católica de Valencia.

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