Hoy tenemos la experiencia de Bárbara Esteve, alumna de 3º de Enfermería en la UCV, que realizó sus prácticas en la continuación su experiencia:

“No sé como empezar esto sin que me envuelva la tristeza y la alegría a la vez. Todo empezó el 1 de Febrero cuando yo, Bárbara Esteve, alumna de 3º de Enfermería de la UCV, sin percatarme había aterrizado en Roma para empezar mi Erasmus, el inicio de un viaje que, sin darme cuenta, ha acabado siendo sin duda unas de las mejores experiencias de mi vida.

Cuando te pides la beca Erasmus todo el mundo te cuenta que realizar las prácticas en otro país está muy bien, una oportunidad para conocer cómo funciona la sanidad en otro lugar que no sea España, que aprendes mucho, que empiezas a hablar el idioma casi sin apenas darte cuenta, que vas a aprender a realizar técnicas que seguramente antes no habías visto porque en tu país se hace de diferente manera… Y sí, las prácticas están muy bien, te tratan todos como una más y les gusta enseñarte, pero además de todo esto, a los italianos les encanta recibir gente de Erasmus, y más concretamente de España. Yo he realizado las prácticas en el “Ospedale San Filippo Neri”, donde desde el primer momento me han tratado con mucho cariño y han estado pendientes de mí sin importarles ni mi nacionalidad ni mi nivel de italiano, es decir, me trataban como una más.  Pero os puedo afirmar que el Erasmus no es únicamente eso, sino que te hace crecer tanto profesionalmente como personalmente.

Disfrutar de la beca Erasmus es vivir en otra ciudad, llamarla hogar porque así lo sientes, conocer gente nueva y poder llamarla familia, porque sí, así es, no importa que sólo los conozcas de 4 meses, porque cada semana de la Erasmus es como si hubieran pasado meses, porque, y esto es así, durante la Erasmus todo se intensifica. Y os puedo asegurar que la gente que he conocido me la llevo ya para siempre a Valencia y en mi corazón.

Y no sólo tienes un nuevo hogar, una familia, vas a prácticas…no no…, hay mucho más… Una de las partes más importantes, y sin duda la que más me ha llenado, es el viajar. En mi caso he podido disfrutar muchísimo y me he recorrido muchos lugares de Europa como Berlín, Praga, Bratislava, Viena Budapest, Croacia, Atenas, Mykonos, Santorini… y no sólo eso, sino que también he podido disfrutar de visitar una cantidad inmensa de ciudades en Italia como Nápoles, Florencia, Venecia, Verona…

Erasmus todo se intensifica. Y os puedo asegurar que la gente que he conocido me la llevo ya para siempre a Valencia y en mi corazón.

Y no sólo tienes un nuevo hogar, una familia, vas a prácticas…no no…, hay mucho más… Una de las partes más importantes, y sin duda la que más me ha llenado, es el viajar. En mi caso he podido disfrutar muchísimo y me he recorrido muchos lugares de Europa como Berlín, Praga, Bratislava, Viena Budapest, Croacia, Atenas, Mykonos, Santorini… y no sólo eso, sino que también he podido disfrutar de visitar una cantidad inmensa de ciudades en Italia como Nápoles, Florencia, Venecia, Verona…

¿Sabéis lo que es recorrer medio mundo con la que es ya vuestra familia? Y lo mejor de todo es que después de cada viaje volvíamos a ROMA, que sin duda es la ciudad más preciosa de todas las que he podido visitar, porque ¡HE VIVIDO EN ROMA! Y no sabéis lo orgullosa que me siento al decirlo en alto, el haber recorrido cada una de sus calles, haber amanecido en la Fontana di Trevi a las 6 de la mañana, ver el amanecer en el Colosseo, salir a tomarte algo por Campo di Fiori, el poder llamar a Roma mi hogar, porque lo es, toda ella, no sólo lo turístico (que es lo que ve la gente) sino poder conocer cada rincón de esta preciosa ciudad en todo su esplendor.

No cambiaría nada de lo vivido en esta experiencia: la gente, el lugar, la universidad, las prácticas…ha sido todo increíble, o mejor dicho, indescriptible porque, por mucho que quiera, no puedo expresarlo con palabras. Pero la Erasmus acaba (sí, acaba aunque no lo creamos) y hay que volver a España, pero no me vuelvo con las manos vacías, me llevo la mochila llena de nuevas experiencias, una nueva vida, nuevos amigos, vuelvo más madura, más llena de vida, y sobre todo vuelvo feliz y agradecida por haber tenido la oportunidad de vivir esta experiencia, este sueño, viaje inolvidable y eterno, eterno como la misma Roma, ya en mi memoria y en mi corazón.”

Muchas gracias Bárbara por tu enriquecedora experiencia, te deseamos lo mejor en el futuro.