Nuestra alumna Beatriz Cubells, estudiante del Grado en Enfermería en la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir“, nos cuenta su experiencia en Porto (Portugal) en Universidade Católica Portuguesa. 

“Un Erasmus es una experiencia que todo el mundo debería tener la suerte de poder vivir por lo menos una vez en la vida.

Esta es una experiencia qué por el hecho de salir de tu zona de confort para conocer mundo y cultura, te cambia como persona, te hace madurar, pero sobre todo te hace aprender a afrontar la vida y los problemas solo.

Cuando empecé mi viaje a Porto, tenia miedo de donde iba a ir, pensaba en cómo iba a ser capaz comunicar si era un lengua distinta a la mía, no sabía a que hospital iba a ir ni a qué servicio, no sabía si me iba a conseguir adaptar, no sabía nada, era un mar de dudas. Por otro lado, pensaba que conocería gente, pero me equivoque, no conocí gente sino que hice una pequeña familia con la que compartía todos los momentos del día y con la que jamás hubo un día en el que me sintiera sola.

Cuando llegué a Porto, a los pocos días fui a conocer la universidad (universidad católica) para que me asignaran un hospital y un servicio.  Me asignaron el hospital CUF en el servicio de cirugía. Yo no quería estar en planta porque esperaba que, ya que eran mis últimas prácticas quería un servicio especial, pero me he llevado una grata sorpresa, porque además de aprender muchísimo de un sistema sanitario distinto al español, he aprendido a defenderme con el idioma y a comunicarme con los pacientes. Pero tengo que decir que todo no fue perfecto. Al principio tuve mala suerte con mi tutora de prácticas, no conseguí entenderme con ella y me supuso un gran problema y una dificultad, pero supe cómo afrontarla, acudí a mi tutor de la universidad católica de Porto y conseguí cambiar de tutora de prácticas, con la que si conecté y estaba encantada, era magnifica y me ha enseñado muchas cosas, pero sobre todo ha hecho que disfrute de mis últimas prácticas en un país distinto al mío.

Yo he estado en una residencia de estudiantes, porque no encontré un piso antes de irme y fui a la residencia con la idea de estar un mes y al siguiente buscar un piso, pero al conocer a mi pequeña familia ya no me moví ya de allí, porque me di cuenta de que quería vivir mi experiencia junto a todos ellos, porque ellos son responsables de que mi experiencia haya sido tan gratificante.

El día de la despedida es un día triste, porque te das cuenta qué lo bueno termina rápido, pero como dijo una de mis amigas, si te da pena irte y estas triste es porque la experiencia te ha valido la pena, es más yo he empezado a valorar lo rápido que pasa el tiempo a raíz de esto.”

Beatriz, ¡muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros, te deseamos lo mejor en el futuro!