Laura Cánovas, estudiante de Enfermería en la UCV ha realizado su movilidad internacional Erasmus en Ljubljana, Eslovenia, a continuación su experiencia:

“Breve pero inolvidable, así es como yo describiría esta gran experiencia. Quién me iba a decir a mi que en tan poquito tiempo una ciudad llegaría a ser tan especial para mí. Ljubljana es una ciudad preciosa situada en el centro de Europa, pese a ser muy pequeñita tiene muchísimo que ofrecer y su gente es encantadora.

Se dice que el Erasmus es como una burbuja, en la que de repente coges un avión y comienzas una vida paralela. Empiezas de cero en un sitio nuevo en el que no conoces a nadie, donde tienen una cultura distinta y un idioma distinto, pero no tiene nada que ver con cómo acabas. Jamás podré olvidar esas clases de esloveno a primera hora de la mañana, contar las horas para que no se te pase el “boni” y puedas cenar, esas tardes en la terraza junto al rio después de salir del hospital o tratar de imitar a la voz del autobús con ese idioma impronunciable que inevitablemente te sacaba una sonrisa.

En general, de lo que más afortunada me siento es de haber tenido la oportunidad de conocer a todas esas personas maravillosas con las que he compartido esta experiencia. Personas que han pasado de ser simples desconocidos de diferentes partes del mundo a de repente comenzar juntos una nueva etapa todos con los mismos objetivos: crecer, aprender, madurar y sobre todo divertirnos.

Lo que más me ha gustado de esta experiencia han sido los viajes. Siempre aprovechábamos los fines de semana para irnos de viaje a algún sitio. Como “estás de erasmus” es mucho más sencillo, solamente teníamos que alquilar los coches y decidir un destino. Por suerte, Eslovenia está muy bien ubicada y la hace perfecta para viajar porque limita muchos países: Italia, Austria, Hungría, Alemania, Croacia o Eslovaquia son sitios a los que yo por suerte tuve la oportunidad de ir y de los que me llevo recuerdos inolvidables. Por no hablar de lo bonita que es Eslovenia de por sí, sus playas, las montañas o sus pueblos con sus peculiares tradiciones.

Con la llegada del coronavirus me da pena no haber tenido la oportunidad de vivir esta maravillosa experiencia al completo pero sin duda estoy más que satisfecha con el poco tiempo que estuve y, si me preguntan, la repetiría una y mil veces más porque realmente siento que ha valido la pena.”

Gracias por compartir tu experiencia Laura, ¡te deseamos lo mejor en tu futuro!