Una visión de las primarias
A raíz del Debate de Investidura se ha puesto sobre la mesa de nuevo el tema de primarias en los partidos políticos en referencia al único partido que aún no las recoge en sus Estatutos. Este método de elección de candidatos y líderes de la formación es dentro de los distintos modos de selección el más democrático, a pesar de que todo tiene sus claroscuros.
Muchos partidos en sus distintos estatutos recogen este sistema en sus diferentes perspectivas, con medidas más o menos excluyentes a los elegibles y los electores. Es más dependiendo de la región esas condiciones se ven modificadas.
Pero existen casos en los que simplemente las primarias es una imagen, porque no existen candidatos alternativos que contemplen las condiciones necesarias para presentarse. Una forma más de hacer marketing político y demostrar que están abiertos a la participación, aunque no se produzca.
Es verdad, que enriquece ideológicamente y que democratiza más a las formaciones políticas, pero a la vez las divide y fragmenta los partidos en distintas familias. Es por ello, que la insistencia tanto del Señor Rivera, como en otras ocasiones otros políticos referentes a que el Partido Popular realice primarias, las tiene que mirar con lupa. Porque hacer primarias no es tan fácil, porque hay que concretar una serie de elementos (electorado, campaña, forma de voto, sufragio activo, etc.) en los cuales no van a fluir a gusto de todos.
Para los nuevos partidos es fácil proponer la selección mediante primarias, al no tener una mochila detrás y pesos importantes en las formaciones que imposibilitarán esa forma de elección. Eso sí, no siempre las primarias salen a gusto de los líderes y es por ello que se hace triquiñuelas para que ciertos candidatos salgan elegidos.
Tampoco creamos que para los partidos tradicionales con primarias es tan fácil como las pintan. Porque sus condiciones para presentarse son muy altas y tampoco suelen abrir el sufragio activo a todos los afines al partidos (simpatizantes + militantes).
En definitiva, las primarias no garantizan la unidad de los partidos, la aplicación correcta de los procesos y tampoco la apertura del partido más allá de sus fronteras. Pero eso sí, y parafraseando a W. Churchill, “las primarias de los partidos es la peor forma de seleccionar candidatos excepto todas las demás”.
Txema Martí, alumno de la 3ª edición de nuestro Máster oficial en Marketing político y comunicacion institucional