EN EL ELÍSEO LA VIDA ES BELLA – LA VIE EST BELLE!
Tras varios vaivenes sentimentales parece que al Elíseo llega la calma y es que Brigitte Trogneux es ya oficialmente la Primera Dama francesa. Su relación nada convencional debido a la diferencia de edad con el líder de En Marche!, Emmanuel Macron, no ha empañado los resultados de las urnas que han convertido a éste en el presidente de la República más joven de Francia -39 primaveras- con el 66% de los votos, justo el porcentaje necesario para sobrepasar a su rival, Marine Le Pen, heredera y líder del Frente Nacional.
No hay duda de que la pareja se convirtió en un tándem perfecto del que surtió un efecto positivo entre el electorado. Tal vez fue su atípica relación sentimental, contada una y mil veces en los medios de comunicación, la que ha fascinado a los franceses por los tintes shakesperianos. La diferencia de edad, la relación alumno-profesor, las adversidades iniciales… un amor imposible que solo el tiempo ha logrado recomponer y encauzar.
Esta ex profesora de 64 años en cuestión de estilo tiene una personalidad muy marcada. Y así lo ha dejado patente durante estos últimos meses en los que la presencia en los medios de comunicación de la pareja presidencial es y será constante. Todo indica que está dispuesta a revolucionar el escenario político galo.
¿Pasará Brigitte Trogneux con éxito la exigente prueba en el país de la moda por antonomasia? En principio, todo apunta a que sí, de hecho, la toma de posesión de su marido fue la primera aparición que inauguraba su labor e historial de estilo como primera dama -figura no reconocida institucionalmente en el país vecino-. Así como en EEUU existe un cargo y una serie de responsabilidades adscritas como competencia exclusiva de la first lady, en España o en Francia se trata de un rol no estipulado. Concretamente en nuestro caso y al tratarse de una monarquía parlamentaria, el papel de primera dama le pertenece a la reina o Princesa de Asturias.
Fiel a su look clásico, Brigitte lució, durante el traspaso de poderes del gobierno francés de Hollande a Macron, un traje de dos piezas de la marca Louis Vuitton en color azul bebé, misma elección cromática por la que Melania Trump hizo su aparición en la toma de posesión de su esposo, Donald Trump, como presidente de EEUU. Al contrario que Melania, Brigitte se decantó por acompañar este traje de dos piezas de estética candy, formado por una chaqueta y una falda por encima de las rodillas -que dejaba ver sus estilizadas piernas- con unos salones y bolso de mano en tonos nude, la ausencia total de joyas, un maquillaje efecto “cara lavada” y su pelo dorado recogido en un moño bajo.
Parece ser que, su color fetiche es el azul en todas sus tonalidades cromáticas. Como ya es costumbre en cada entrada que publicamos hacemos un análisis psicológico del color preferido de la referida o el referido en cuestión. Y en este caso, Brigitte viste muy frecuentemente con prendas azules de forma indistinta tanto en tiempo como en espacio. El azul, además de ser un color que pertenece a la gama de colores fríos, es el color de todas las buenas cualidades, de todos los buenos sentimientos que no están dominados por la pasión, sino que se basan en la comprensión. Este color es el color de lo eterno, de todo lo que deseamos que permanezca y de la fidelidad o lo que los ingleses llaman true blue (fiel hasta la médula).
Aunque es muy pronto para poder vaticinar acontecimientos futuribles, podemos prever que Brigitte supondrá un punto de inflexión con su antecesora en el Elíseo, Carla Bruni -pareja de Nicolás Sarkozy- quien no dudaba en coquetear con los flashes de los fotógrafos llegando a eclipsar los encuentros con otros mandatarios internacionales. De hecho, aún recuerdo cuando la visita de los Sarkozy a España se convirtió más en un duelo de estilo entre la ahora reina Letizia y la primera dama francesa, ceñidas ambas en ajustados vestidos color berenjena y azul Klein, respectivamente.
Lo que está claro, es que la pareja presidencial vive en una eterna luna de miel sin importarles que su diferencia de edad y su historia de amor ha sido objetivo de sorpresa para el mundo entero. En el Elíseo, la vida es bella.
Ángeles Gómez. Antigua alumna del Máster en Marketing político y Comunicación institucional de la UCV.