Allá por 1997, el cantante español Alejandro Sanz andaba cosechando éxitos con su tema: ¿Y si fuera ella? Bien, pues esa canción hoy sigue más viva que nunca cuando nos referimos a la posible candidatura de la demócrata Hillary Clinton quien ha sido primera dama, senadora y secretaria de Estado. Ella de momento se deja querer, ni confirma ni desmiente si va a ser candidata.

Aunque para algunos, 2016 nos queda muy lejos en el horizonte electoral, en Estados Unidos es como hablar del presente, claro que hay que tener en cuenta que la maquinaria electoral inevitablemente es mucho más potente en el país americano que en ningún otro y por supuesto mucho más potente que en España.

Las campañas electorales para la presidencia de los Estados Unidos suelen comenzar a sonar con una dulce música de ambiente 18 meses antes de la fecha señalada o como dirían los cursis: el día D a la hora H. Sin embargo esta dulce y suave melodía de fondo en realidad no ha dado tregua desde que la ex primera dama se convirtió en Secretaria de Estado durante la primera legislatura del también demócrata Barack Obama (2008-2012) que la calificó como “amiga sólida”.

No existe una pregunta del millón, existen varias preguntas del millón hoy por hoy: ¿y si la candidata demócrata fuera ella? ¿Qué pasaría si una mujer como Hillary Clinton fuera la próxima presidenta de Estados Unidos? ¿Será capaz de persuadir al electorado norteamericano? ¿Le afectará o le beneficiará el caso Lewinsky en su carrera presidencial?

Mientras tanto, se analiza de reojo por parte de los adversarios y los partidarios la edad (68), su condición física, matrimonio (con Bill Clinton el 42º presidente de los EEUU), pasado y pretensiones futuras. Su situación verdaderamente es un arma de doble filo:

Sin embargo, centrémonos en lo que el mensaje no verbal dice de esta mujer. En cuanto a los gestos con sus manos delatan claramente que es una persona abierta, honesta y sincera porque si nos fijamos atentamente uno de sus gestos habituales es que muestra las palmas de la mano.

Dado que es una señal del lenguaje del cuerpo se trata de un gesto totalmente inconsciente que puede darnos visos o sospechas de que esa persona dice la verdad.

Las palmas de las manos hablan más que cualquier otra parte del cuerpo y esconderlas es como mantener la boca cerrada o no decir la verdad.

Otro de los aspectos a tener en cuenta de su mensaje no verbal es su imagen física. Durante su etapa como Primera Dama utilizaba vestidos o trajes de chaqueta y falda muy sobrios casi siempre de tonos lisos y prácticamente iguales en cuanto a su corte.

En su etapa como Secretaria de Estado cambió las faldas por los pantalones de tonos básicos lisos, hecho que muchos le reprocharon por su sumisión al uniforme político masculino.

Normalmente luce sus atuendos con algún que otro detalle femenino (color, collar, tacón o bolso)

Los asesores de Hillary (que ya han sido designados) ya están trazando la estrategia a seguir milímetro a milímetro durante la campaña electoral basándose en su extensa trayectoria dedicada al servicio público en la que estoy convencida integraran los errores del pasado y la potencialidad del futuro. Si algo positivo tiene el futuro es que se puede dibujar sabiendo lo bueno y lo malo del pasado. Porque está claro que sus adversarios intentarán desarmar a Clinton exponiendo su derrota en 2008 y sus puntos oscuros aludiendo expresamente al “affaire” de Bill con Mónica Lewinsky. Sin embargo este aparente ataque puede ser altamente perjudicial para quien lo vuelve a poner sobre la mesa más que para la propia Hillary.

El anuncio de su candidatura podría llegar como muy pronto en abril y como muy tarde en verano.

Como afirmó Bill Clinton hace unos años (tras la derrota en las primarias demócratas) durante una entrevista a la cadena ABC News: “La próxima vez será diferente. Lo más importante es que uno debe aprender las lecciones de sus errores y sus fracasos y usarlas para cada nuevo encuentro. Lo más importante es tener un plan de futuro, un plan de futuro que se refiera al futuro de las personas”.

Pese a los deslices del presidente, los Clinton eran y siguen siendo un tándem perfecto.

Hillary Clinton, como cualquier otra persona, es diferente ahora con respecto del pasado y lo mismo sucede con la sociedad americana que tiene el reto de poder elegir a la primera mujer presidenta de EEUU en 2016, si finalmente es elegida candidata por el partido demócrata.

Ángeles Gómez Mañes. Antigua alumna del Máster en Marketing político y Comunicación institucional de la UCV.