14 abr

Reflexión jueves 14 de abril

Lectura del santo evangelio según san Juan (13,1-15)

 

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.

Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»

Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»

Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»

Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»

Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»

Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»

Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis «el Maestro» y «el Señor», y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»

Palabra del Señor.

COMENTARIO:

Las lecturas del Jueves Santo se pueden resumir en estos dos verbos: “comprender y hacer”: el Pueblo de Israel debe comprender el significado de la salida de Egipto expresado en el rito de la comida pascual para obrar en consecuencia; la comunidad de Corinto debe comprender “el memorial” de la Cena del Señor para no caer en contradicción entre su fe y su conducta; los discípulos deben comprender el significado del lavatorio para hacer entre ellos lo mismo que hizo Jesús con ellos.

ORACIÓN:

Oh Dios y Padre nuestro:

En esta tarde (noche),

tan diferente de otras tardes (noches),

estamos aquí reunidos para participar en la cena

que tu único Hijo nos legó,

de forma que él pudiera permanecer con nosotros

con toda la plenitud de su amor liberador.

Él nos dio esta cena

cuando estaba a punto de morir,

y nos mandó celebrarla

como el nuevo y eterno sacrificio.

Te pedimos que en este encuentro con tu Hijo

él comparta con nosotros tu vida y amor

y sea nuestro pan de fortaleza

que nos haga capaces de cumplir tu amorosa voluntad

y de servir generosamente a nuestros prójimos,

cercanos o lejanos. Amén

EN FAMILIA

PARALITURGIA EN LA CENA DEL JUEVES SANTO

                La mesa estará puesta con una copa llena de vino por comensal, el correspondiente plato y cubierto por persona, velas, varias botellas de vino, verduras amargas, salsa de tomate ácido, pan ácimo, y sin ningún adorno. Los comensales estarán de pie como si fueran a irse en vez de estar como si fuesen a sentarse para cenar)

                (De pie todos en torno a la mesa)

Presidente:        Bendito el Señor que ha dado el descanso a su pueblo de Israel conforme a sus promesas

Todos:  No ha fallado ni una sola de las promesas que nos hizo por medio de su siervo Moisés.

P.:          Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros Padres.

T.:           Que no nos abandone ni nos rechace.

P.:          Que incline hacia Él nuestro corazón, para que sigamos todos sus caminos y guardemos los preceptos que dio a nuestros padres.

T.:           Que estas palabras permanezcan junto al Señor día y noche. Bendito el Señor que ha dado el descanso a su pueblo Israel (I Re 8,56 a.)

(Se bebe de la copa de vino y se llena de nuevo hasta el borde)

Canto: Nada nos separará del amor de Dios…

Pregunta del mas joven:              ¿Porqué esta noche es tan distinta de las demás noches?

P.:          Es el recuerdo de la Pascua, “cuando el Señor pasó junto a las casas de los israelitas hiriendo a los egipcios y protegiendo nuestras casas” (Ex 12,72). Eramos esclavos en Egipto y el Señor escuchó nuestras quejas y se apiadó de nuestros sufrimientos (Ex 3,7).

                Moisés y Aarón cumpliendo el mandato del Señor se presentaron al faraón y le dijeron: Así dice el Señor Dios de Israel: Deja salir a mi pueblo para que celebre mi fiesta en el desierto.

                Era la fiesta de la primavera; por eso ahora adornamos nuestra casa con hojas verdes y el faraón respondió: ¿Quién es el Señor para que tenga que obedecerle dejando marchar a los israelitas?.

                Y no solo no los dejó salir sino que hizo más difícil su trabajo, imponiéndoles cargas aún más pesadas que hasta entonces.

(Se come verdura amarga)

Segunda pregunta del mas joven:            ¿Fue entonces cuando tuvieron que buscar ellos mismos la paja necesaria para fabricar el mortero?

P.:          Si, y no se le rebajó el número de ladrillos que tenían que entregar diariamente.

¿Ves el color de esta salsa? (Se come la verdura amarga con la salsa) Se parece al que tenía el mortero de las construcciones egipcias. Hoy, en nuestra fiesta, nos recuerda los años difíciles y la misericordia de Yhavé.

Pero el Señor volvió a hablar a Moisés y a Aarón: Presentaos al faraón de nuevo. Yo voy a realizar ante él mi signo para que conozca quién soy y vosotros podáis contar a vuestros hijos y nietos como os defendí de su mano poderosa. Y así sabréis que yo soy el Señor (Conf. Ex 2,5)

T.:           Bendito el Señor que liberó a su Pueblo con mano poderosa.

(Se bebe de la copa de vino y se llena de nuevo hasta el borde)

Tercera  pregunta del mas joven:             ¿Cuáles fueron los signos que obró Yhavé?

P.:          ¿Quién los puede contar?. Plagas de langosta mosquitos, ranas y tábanos asolaron Egipto. La mano del Señor hirió a los grandes y a los hombres: el granizo descargó sobre todo el territorio y las tinieblas cubrieron el país durante tres días. Pero el corazón del faraón no se ablandó. (Conf. Ex 7-11)

Entonces Yhavé volvió a hablar a Moisés (se lee el texto Ex 12,1-7)

Cuarta  pregunta del mas joven:              ¿Porqué sin fermentar?

P.:          No había tiempo para que el pan se hinchara, tenía que prepararse y estar dispuesto a salir enseguida. Es el tiempo de la Salvación.

“Y lo comeréis así, la cintura ceñida, las sandalias a los pies, un bastón en la mano; y lo comeréis a toda prisa porque es la pascua del Señor” (Ex 12,11)

T.:           Bendito el Señor que concedió el descanso a su pueblo.

(Se come el pan y se bebe de la copa de vino y se llena de nuevo hasta el borde)

P.:          Si, bendito sea el Señor “Ya que no redimió solo a nuestros antepasados sino también a nosotros”

Alabémosle con nuestros cantos.

Jesús también quiso celebrar la Pascua con sus discípulos. “Llegó el día de los ácimos, en que había que sacrificar el cordero pascual.

Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan diciéndoles: Id a prepararnos la cena de Pascua. Ellos se fueron y la prepararon.

Cuando llegó la hora se puso Jesús a la cena con los apóstoles y les dijo: ¡Cuanto he deseado cenar con vosotros esta Pascua antes de mi Pasión¡ (Lc 22,7.8.14)

                Un comensal: También hoy nosotros estamos deseando celebrar esta cena. Queremos celebrarla contigo Cristo en la alegría del amor y del servicio.

Presidente:        Cristo está entre nosotros, nunca nos deja solos en el difícil camino que él siguió y que espera que también sigamos.

Todos:  Te necesitamos Cristo. Te alabamos y te bendecimos.

(Se bebe de la copa de vino y se llena de nuevo hasta el borde)

Otro comensal: Nuestra cena va a ser hoy un canto al Amor que Cristo nos tiene y al amor que hemos de tenernos unos a otros.

Todos:  Queremos celebrarla en la sencillez de la fraternidad.

Otro comensal: Nuestra mesa no quiere tener fronteras.

Todos:  Por eso queremos sentarnos en ella,…  dejando la puerta siempre abierta a los cercanos y a los lejanos, a los tristes y a los alegres, a los pobres y a los ricos para todos en un mismo vino brindar.

(Se bebe de la copa de vino y se llena de nuevo hasta el borde)

Canto:  Todos los problemas se sumergen…

Mientras cantamos se termina de poner la mesa para cenar, colocando junto a los alimentos signo de la esclavitud flores o velas decorativas. Se sirve el cordero.

La cena termina cuando el presidente proclama:

                “Jesús, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y sabiendo que había venido de Dios y que a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ciñó una toalla (Jn 13, 3-5)

pastoral

pastoral

Leave a Comment