Reflexión viernes 30 de septiembre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,13-16):
En aquel tiempo, dijo Jesús: «¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado.»
Palabra del Señor
Reflexión
En Corazín, Betsaida y Cafarnaúm se produjeron muchos milagros, pero los corazones de sus ciudadanos permanecieron fríos e insensibles. No respondieron precisamente porque habían perdido el sentido del asombro y la maravilla; habían perdido la frescura de la vista. Observa de nuevo las preguntas que Yahvé planteó a Job. ¿Hemos contemplado alguna vez esas maravillas? Si nos detenemos a «ver realmente» esas maravillas que se despliegan a diario a nuestro alrededor, al igual que Job, nos llevaremos las manos a la boca en señal de asombro y nos arrodillaremos en señal de adoración al Creador. Entonces responderemos a esas maravillas sentándonos en cenizas y vistiendo el cilicio del arrepentimiento por no haber reconocido la Gracia que siempre nos ha rodeado; y nos alinearemos con los designios del Creador.