Estimulación cognitiva en las demencias
La demencia es una enfermedad orgánica, adquirida y progresiva que va incapacitando a las personas que la padecen en todos los ámbitos de su vida, hasta llegar a convertirlas en personas totalmente dependientes. Entre las demencias más frecuentes se encuentra la enfermedad de Alzheimer.
En la revista Lancet se publicó un estudio sobre la prevalencia en el mundo de las demencias, realizado por Alzheimer’s Disease International (ADI). Los datos son escalofriantes, cada año aparecen 4,6 millones de nuevos casos, y cada 7 segundos se diagnostica un nuevo caso.
Es muy importante establecer un diagnóstico precoz para poder ralentizar el deterioro progresivo asociado a esta enfermedad. Desde la psicología, más específicamente la neuropsicología, se creó la Unidad de Estimulación Cognitiva (UEC), dónde se utiliza este tratamiento no farmacológico paramejorar y mantener las capacidades cognitivas que han resultado afectadas a causa de un daño cerebral adquirido o degenerativo como es en el caso de las demencias. La estimulación cognitiva se fundamenta científicamente en el concepto de neuroplasticidad y reserva cerebral.
El primer paso es la realización de una evaluación neuropsicológica, que nos permite establecer una línea base para determinar el grado de deterioro de las diferentes funciones cognitivas (memoria, lenguaje, atención, percepción, gnosias, praxias, funciones ejecutivas etc.), así como posibles alteraciones emocionales y conductuales. Después estudiamos el grupo más adecuado para que la persona pueda desarrollar mejor sus capacidades deterioradas, eliminando de esta forma el posible sentimiento de frustración y fomentando la interacción y sentimiento de pertenencia al grupo.
Las sesiones de estimulación cognitiva, consisten en la realización de diferentes ejercicios adaptados a las capacidades residuales del paciente. Se trabajan las diferentes funciones cognitivas superiores como son la memoria, atención y concentración, lógica y razonamiento, denominación, fluencia verbal, planificación y resolución de problemas, flexibilidad cognitiva, así como tareas de orientación, percepción y psicomotricidad.
Las personas que acuden a nuestra UEC obtienen beneficios a nivel cognitivo, personal, social y emocional. El contacto personal con el terapeuta y demás personas del grupo, mejora la comunicación y habilidades sociales, evitándose de esta forma el aislamiento y la apatía, que a su vez influye sobre el estado emocional general. No solo los pacientes obtienen cosas positivas en estas sesiones, los que tenemos la gran suerte de poder trabajar con personas mayores aprendemos constantemente de ellos porque son “expertos de la vida”.
En todo este proceso la familia es una pieza clave. Informamos y trabajamos con los familiares de estos pacientes, que sufren una carga conocida como la sobrecarga del cuidador que conlleva asociadas diversas manifestaciones y alteraciones psicológicas, siendo las más frecuentes la ansiedad y la depresión.
Autora: Sara Villalba.
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