Una cuestión de género
- Título original: On the Basis of Sex
- Año:2018
- Duración: 120 min.
- País: Estados Unidos Estados Unidos
- Dirección: Mimi Leder
- Guion: Daniel Stiepleman
- Música: Mychael Danna
- Fotografía: Michael Grady
- Reparto: Felicity Jones, Armie Hammer, Kathy Bates, Sam Waterston, Justin Theroux, Jack Reynor, Stephen Root, Cailee Spaeny, Francis X. McCarthy, Gabrielle Graham, Angela Galuppo, John Ralston, Dawn Ford, ver 9 más
- Productora: Participant Media, Focus Features, Amblin Partners. Distribuidora: Universal Pictures
- Género: Drama | Basado en hechos reales. Biográfico. Años 50. Años 60. Años 70. Años 90. Feminismo. Drama judicial / Abogados/as
El mes de marzo es conocido por ser el mes de la Mujer ya que el día 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, por eso queremos traer al blog la película Una Cuestión de género (Mimi Leder, 2018). Película inspirada en la historia real de Ruth Bader Ginsburg, una joven abogada y madre de familia que llegó a ser juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Ruth Ginsburg (fallecida recientemente en septiembre de 2020) fue una mujer de carácter que, contra todo pronóstico, fue capaz de hacer realidad sus sueños, además de hacer avanzar a la humanidad en su lucha por la igualdad y el movimiento de los derechos de la mujer. Ruth, junto a su marido el abogado Martin Ginsburg, cambió el curso de la historia con un singular caso sobre discriminación de género que abrió el camino para la igualdad en los Tribunales.
La película abarca desde los años en que una joven Ruth, ya casada con su marido Martin y con una hija, iniciaba sus estudios en Harvard junto a su marido. Mientras aprende a mantener un equilibrio entre su papel de madre y su faceta de estudiante de Derecho, Ruth supo sortear un sinfín de duras pruebas por su condición de mujer, afrontando adversidades en un entorno dominado por los hombres y a menudo hostil. A pesar de ello, y contando, además, con el apoyo que debió brindar a su esposo ante una compleja enfermedad, logró salir adelante, siendo una de las únicas nueve mujeres de toda su promoción, en la década de 1950.
Con el trascurso de los años, su marido se consolidó en su profesión como abogado, mientras que Ruth se abre paso en un mundo en que se le cierran los bufetes de abogados, debiendo aceptar trabajos menores por el solo hecho de ser mujer dedicándose finalmente a enseñar Derecho.
Tras un tiempo así, empezó a ganarse el respeto de todos al llevar un peculiar caso sobre discriminación de sexo, lo que fue el primer paso para su brillante carrera en la que siempre luchó por la igualdad.
La veterana directora Mimi Leder, maneja un guión del debutante Daniel Stiepleman, sobrino de la juez protagonista. El hecho de que el guion esté escrito por el sobrino de Ruth, con aportaciones de la propia Ginsburg, dota a la historia de una dimensión más íntima y esclarecedora y le da mayor verosimilitud, poniendo el acento en el interés humano de la historia.
Contrariedades como la enfermedad de su esposo, son encaradas con fortaleza. También es de admirar la conciliación familiar de la protagonista y su marido (cuando ambos estudian derecho) ya que era la década de 1950 y ambos limpiaban y cocinaban. Llama la atención el choque generacional, entre Ruth y su hija Jane, lo que acredita cómo las diferencias entre edades surgen siempre, y cómo el amor es el que logra limar posibles asperezas. Ruth y Jane eran dos personas muy apasionadas que discrepaban constantemente, pero es Jane la que en última instancia inspira a Ruth a seguir adelante en su lucha por la justicia.
La juez Ginsburg tuvo un matrimonio muy largo, que estuvo lleno de amor e igualdad y que siempre se apoyaba mutuamente. No podrían haber tenido dos hijos y múltiples carreras si no les interesara realmente ayudarse el uno al otro. Formaban un gran equipo. Esto fue lo que motivó a su sobrino a escribir la historia: «No hay ningún matrimonio que admirara más que el del tío Marty y la tía Ruth», explica. «Y en eso es en lo que pensaba cuando el tío Marty murió en junio de 2010. Así que fuimos al funeral y uno de sus amigos se levantó y pronunció el panegírico, que incluía ciertos detalles de una historia sobre el único caso que Ruth y Marty defendieron juntos, y pensé: ‘Vaya, eso sería una película increíble'».
Quizá el espectador puede perderse en algún momento con los tecnicismos legales, pero la propia Ruth se preocupó de que el guion fuera fiel a nivel jurídico. La escena del juicio es un momento único. Ruth Bader Ginsburg se levanta para hablar al final de esta secuencia y pronuncia no solo uno de los discursos más largos que ha tenido nunca una mujer en el cine americano, sino con mucho el más inspirador.
Recomiendo esta película porque resulta inspiradora tanto para hombres como para mujeres. Ayuda a darse cuenta del impacto positivo que puede tener la vida de una persona, o en este caso dos personas, marido y mujer, en los demás. Lo que puedes hacer para conseguir cambiar las cosas. Ruth superó todos los pronósticos en un mundo que parecía estar en su contra. Básicamente, Una cuestión de género es una película sobre una joven de increíble talento y ambición a la que le dicen que no puede hacer algo, y trata sobre su lucha por ganarse su lugar en el mundo.
Entre sus numerosos reconocimientos, Ginsburg fue elegida por la revista Forbes como una de sus «100 mujeres más poderosas» de 2009, por la revista Glamour como una de sus «mujeres del año 2012» y por la revista Time como una de sus «100 personas más influyentes de 2015».
Dra. Mª José Salar.
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