Hace unos días, los alumnos de cuarto de derecho fueron de visita al Ilustre Colegio de Abogados de Valencia, y allí resolvieron sus dudas sobre qué es realmente un colegio de abogados.

Acompañados por Santiago Monzón, profesor de Deontología Profesional, les recibieron e informaron de todos los servicios que ofrece el ICAV.
“No solo tiene la finalidad de colegiarse para poder ejercer, como en un primer momento pensamos todos nosotros”, nos dijeron nuestros compañeros.
Hay un gran departamento de formación, el cual organiza conferencias, cursos, seminarios, mesas redondas, y en general, cualquier acción formativa dirigida a los colegiados, ya que “un abogado nunca deja de estar formado, y tenemos que estar al día de todas las nuevas leyes y sucesos que ocurren en nuestro alrededor”
También se celebran congresos, y cursos fuera del Colegio.

El ICAV cuenta con una escuela de práctica jurídica, que tiene como finalidad lograr una formación íntegra de los alumnos, ayudándoles en la solución de los casos que se producen en la vida jurídica.
“Allí nos informaron de que es imprescindible superar dos años en esta escuela para poder incorporarse al turno de oficio, y que durante este periodo recibes una gran experiencia personal y profesional”.

El ICAV cuenta también con diferentes agrupaciones de temas muy variados para sus socios, en los que realizan salidas con coches antiguos, motos, excursiones con bicicleta, y maratones entre otros, ya que eso fomenta la unión entre compañeros.
“Y es que todos somos compañeros, aunque estemos en partes opuestas en un juicio, y hemos de respetar las normas deontológicas porque solo así conseguiremos ser buenos profesionales”

Tras enseñarles las increíbles instalaciones, como la amplia biblioteca o los despachos al servicio de los colegiados, algo muy importante para los comienzos profesionales, invitaron a los alumnos a desayunar contemplando unas magníficas vistas, y pudieron hacerse una foto en la sala de exposiciones, en la que vivieron alguna que otra anécdota sobre la Inmaculada Concepción, patrona del Colegio de Abogados.

“Ha sido una gran experiencia, ha resuelto muchas de nuestras dudas y nos ha motivado a no decaer en el duro camino que aún nos queda, ya que como nos han dicho: El camino es duro, y hay que ser ingenioso, pero hay sitio para todos”.