La experiencia de prácticas de Sandra Andrés

Ya estoy en cuarto de enfermería y me gustaría compartir mi experiencia en prácticas durante estos años. He de reconocer que he pasado por gran variedad de servicios y he tratado con todo tipo de personas, pacientes agradecidos, pacientes que no te valoran, pacientes que contestan mal… Pero, sobre todo, he tropezado con pacientes que me han llegado al corazón.

Las prácticas de Enfermería, un camino de aprendizaje

A lo largo de los 4 años me he visto es momentos complicados emocionalmente y como bien nos explican desde primer curso, hay que tratar de separar lo profesional con lo personal y no llevarte a casa lo que pase en el hospital. Es fácil decirlo pero ponerlo en práctica me ha sido mucho más complicado de lo que pensaba. Tenemos que asumir que no es nuestra culpa y que hacemos todo y cuánto está en nuestras manos por el paciente y como bien se dice: «Si puedes curar, cura, si no puedes curar, alivia, si no puedes aliviar, consuela y si no puedes consolar, acompaña».

Me tocó ir al servicio que yo más temía

Mi mejor experiencia fue en tercer curso, en las prácticas que realicé en la planta de oncología. Casualmente siempre había huido de pacientes terminales, crónicos, oncológicos, de esos servicios que a primera vista conviven mucho con la muerte. No me veía preparada psicológicamente y siempre evitaba elegir hospitales de este tipo. Sabía que sería muy duro para mi. Pero cuando cursé tercero me asignaron la unidad de oncología. En el momento de la asignación quería llorar y he de reconocer que hasta intenté cambiarla. Recuerdo la primera semana en la que no sabía cómo dirigirme a los pacientes, cómo mirarles a los ojos. Sinceramente me daba mucha pena la situación en la que estaban…

Aprendí a valorar otros aspectos

Poco tiempo después me di cuenta de que no podía mirarlos con pena ya que  son pacientes maravillosos y super agradecidos; solo con entrar en la habitación y decirles buenos días y una sonrisa ya notabas que se animaban. Los pacientes valoraban mucho más el trato que la realización de técnicas y lo que más agradecían era que estuviéramos pendientes de ellos. 

Al final me enamoré de estas prácticas

A lo largo de la carrera he llorado y me he cuestionado muchas veces que no soy lo suficientemente fuerte para ser enfermera, pero la planta de oncología me recordó porque quería ser enfermera y es porque me siento bien ayudando a los demás. Además fue ahí donde me di cuenta que no todo es hacer bien las técnicas que todos sabemos, y que para las personas es mucho más importante hacerles sentir mejor y acompañarles durante la enfermedad. Al final me acabé enamorando del servicio de oncología, creo que es un servicio muy bueno para aprender, porque aprendes muchas técnicas pero, sobre todo, te enriqueces en valores humanos.

Y mereció la pena

Realmente me di cuenta de que lo estaba haciendo bien cuando veía a los pacientes más contentos cuando yo llegaba. Algo que nunca olvidaré fue un comentario que me hizo un paciente. Yo llegaba un lunes a las 8 de la mañana y nada más llegar, entraba en las habitaciones a darles los buenos días y presentarme. Al llegar a una habitación y saludar a un paciente que ya conocía, me dijo: «Qué bien que estés de vuelta, he pasado todo el fin de semana esperando al lunes para que vinieras, qué ganas tenía de verte». Estas palabras me emocionaron mucho y me hicieron sentir que lo estaba haciendo bien. Esas prácticas me enriquecieron mucho así que os recomiendo a todos que, aunque no queráis hacer prácticas en un servicio, le deis una oportunidad.

Consejos para futuros enfermeros en prácticas

Os quiero animar a aprender de diferentes profesionales bien sean médicos, enfermeros, auxiliares, personal de limpieza. De todos se aprende algo y por supuesto, quedaros con lo mejor de cada uno. Preguntad todo lo que no sabéis, ¡sin miedo! y disfrutadlas tanto como lo he hecho yo. Tendréis momentos de sentir que no valéis para esto e, incluso, plantearos abandonar, pero disfrutadlo porque esta es una profesión muy bonita.

Si no sabes algo, pregunta

Eso sí, miedo a aprender no hay que tener nunca pero siempre hay que tener respeto al desconocimiento, ¡recordad que estáis tratando con personas y es bueno que les tengáis respeto! Siempre hay que estar con mil ojos y no confiarse porque ahí es cuando vienen los errores. Más vale preguntar una cosa aunque sea muy obvia pero nunca está de más confirmarlo. Y ya está todo dicho, aprovechad las prácticas para que el día de mañana seáis unos grandes enfermeros.

Sandra Andrés Lor

@sandra_andres21

Mil gracias a Sandra por compartir su experiencia