Carla Porsia, estudiante de Enfermería en la UCV ha realizado su movilidad Erasmus+ en Rimini, Italia con la Universidad de Bologna, a continuación nos cuenta su experiencia en Italia:

“Desde que tengo uso de razón sabía que iba a apuntarme en algún programa de movilidad cuando llegara a la universidad y, además, tenía más que claro que el país iba a ser Italia.

Hace años que me apasiona el idioma, la cultura, el tipo de comida…y como no, no podía no ir a este país tan maravilloso.

Desde que me confirmaron que iba de Erasmus a la Universidad de Bologna con mi compañera de clase y además en mi primera opción, solo pude saltar de alegría, pero no seáis como nosotras y la gran mayoría de gente que me encontré en Rimini, leed bien el campus que os toca, porque nosotras pensábamos que al ser la universidad de Bologna, el hospital se iba a encontrar allí, y nada más y nada menos que faltando un mes para irnos, la coordinadora de la universidad de destino nos confirmó que no, que el hospital se iba a encontrar en Rimini.

¿Qué puedo decir de Rimini? Es una ciudad que sobre todo en primavera-verano, puede llegar a parecerse a Benidorm y Ibiza, ya que es una zona super conocida por los italianos. Este lugar simplemente me ha encantado, pero no mucho, si no muchísimo, sobre todo por la compañía y la gente que he conocido allí, personas maravillosas que también han ido de erasmus a esta ciudad y a gente Italiana, quienes han sido muy cercanos.

Aunque como todo, no es oro todo lo que brilla, porque Rimini es una ciudad que en general, sobre todo por las noches, es una ciudad que tiene algo de peligro, por lo que recomiendo que, si vais a hacer allí el erasmus, intentad escoger una zona céntrica o que esté por la zona del centro, pero cerca de la playa.

Si buscáis algo para hospedaros, id mentalizados, los precios de alquiler son algo elevados. A nosotras, al ir en el segundo cuatrimestre, nos costó un poco más encontrar algún apartamento, por lo que recomiendo que intentéis escoger una residencia de estudiantes, concretamente la Residencia Delfina, la Residencia Ten Auriga (aunque está algo más alejada, pero cerca del hospital) o la Residencia Sunflower lo antes posible.

Por otro lado, he de decir que para moverte por la ciudad la mayoría de gente, tanto local como de fuera, alquila alguna bicicleta de segunda mano para poder moverse, ya que las calles suelen ser bastante planas. Además de la bicicleta, también están los autobuses y el metromare (algo a lo que aquí llamaríamos tranvía).

Después de todo esto, tengo que decir que en lo que se refiere al hospital, es grande, con bastantes servicios. En mi caso, el primer mes y medio, me tocó el servicio de Cirugía Vascular, donde la verdad, aprendí algo, pero al ser mis primeras prácticas de hospitalización me trataron como una persona que no sabía nada, cosa que no era así, ya que había realizado anteriormente otros prácticums aquí en España, pero poco a poco, fueron confiando en mi y me iban enseñando las cosas que más se realizaban allí. Por ello, estoy sobre todo muy agradecida a Sara, una de las enfermeras quien desde un primer momento me ayudó en todo.

Después de ese periodo, me comunicaron que iba a hacer un cambio de servicio, y me iban poner en medicina interna. Y si soy sincera, he de decir que si lo sé hubiera hecho el cambio antes. No por nada malo en concreto, sino porque, en ese servicio, he conocido a grandes enfermeros, pero sobre todo a mi tutora Silvia, quien desde el primer día me trató como a una más, me corregía si hacia alguna técnica mal para que la próxima pudiera hacerla correctamente y no me rindiera. Me enseñó muchísimas técnicas relacionadas con la enfermería, pero, sobre todo, me ha enseñado como debe ser el trato con el paciente, como la colaboración y el saber ser un buen equipo de enfermería es fundamental para la enfermería (también me enseñó a hacer cosas administrativas y a como funcionaba el programa del hospital). Por todo esto, he de decir que ha sido una de las mejores tutoras que he tenido hasta día de hoy y a quien aspiro a parecerme en un futuro.

Finalmente, tengo que decir que la experiencia de irme de Erasmus ha sido de la más enriquecedora. Me ha permitido mejorar como futura enfermera, pero, sobre todo, como persona. Recomiendo a todo el mundo, que si tiene la oportunidad, que haga algún tipo de movilidad, aunque sea corta, pero de verdad que vale la pena.”