Crónica: Visita a la Moncloa y al Palacio Real de Madrid
Susi Boix, alumna de la tercera edición del Máster en Marketing político y Comunicación institucional de la UCV nos cuenta cómo fue el viaje que realizó junto a algunos de sus compañeros a finales del pasado mes de junio, en el que visitaron el complejo de la Moncloa y el Palacio Real de Madrid.
Jueves 25 de junio de 2015
Que mejor final de curso que visitar la que es la Capital de nuestro país, en un momento en el que resurgen cuestiones que ni siquiera deberían ser cuestionables como el hecho de que un candidato a la Presidencia del Gobierno exponga una bandera de España y que ello nos sorprenda. Aquí estamos en el punto neurálgico de nuestra política, visitando la Moncloa.
Una visita guiada con seriedad, respeto y profesionalidad. Estamos expectantes y sintiéndonos privilegiados de poder pisar por donde los más altos cargos de España han pisado. Observando con infantil curiosidad los lugares donde se toman las más relevantes decisiones para nuestro hoy y sobre todo para sostener nuestro futuro.
Paseando por sus jardines me ha hecho pensar en una gran realidad: la soledad del líder. Ese momento en el que Presidente, ya ha escuchado y ahora llega el silencio, ha de ponderar cada una de las circunstancias, y decidir, con la responsabilidad de velar por todo un país, y ese momento llega en soledad.
Ningún detalle queda al azar, todo está rigurosa y protocolariamente organizado. Pero junto al rigor la movilidad y la disponibilidad de poder convertir cada Sala en el lugar perfecto para cada acontecimiento. Y, por supuesto, el lugar de la prensa, la comunicación como herramienta indispensable para el mantenimiento y madurez de cualquier democracia.
Ese es el punto donde debemos interesar su profesionalización, para que personas formadas y preparadas dirijan con transparencia y claridad meridiana el acercamiento del mundo político al ciudadano, del gobernante al gobernando en un mismo nivel horizontal de respeto mutuo.
Ahora toca un poquito de descanso y, por supuesto, disfrutar de la noche madrileña, que como una gran amiga dice Madrid invita al Rock and Roll.
Viernes 26 de junio de 2015
Ya en el AVE, con grandes compañeros de viaje, de vuelta a Valencia, en poco tiempo pisando nuestra tierra. Valencia y Madrid unidas a poco más de una hora.
Esta mañana visita guiada al Palacio Real que habitualmente tiene una duración de una hora y nosotros hemos estado más de dos horas, nada (que se pudiera) se nos ha quedado por ver, ni escuchar, ni, por supuesto, como a todo buen curioso, por preguntar.
Cada detalle histórico, protocolario e incluso anecdótico lo hemos absorbido al máximo, siendo conscientes de nuestro privilegio.
Desde el primer instante la influencia francesa es patente, por las connotaciones históricas, en seguida te viene a la mente el Palacio de Versalles, al que, como no puede ser de otra forma, hay que envidiar sus inmensos jardines, aunque nuestra Capital empieza a tener un pulmón verde, y nosotros, los valencianos, ya sabemos lo que supone poder disfrutar de los jardines del antiguo cauce del río Turia, un privilegio al alcance de pocas urbes.
Sus salas y salones albergan grandes momentos históricos de nuestro país. De nuestra historia más reciente hay que destacar la firma de la adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea, que se produjo precisamente en el Palacio Real, y que en estos días hemos celebrado su 30 aniversario.
Y un hecho mucho más actual: la abdicación del Rey D. Juan Carlos. Han sido expuestos al público tanto el documento de abdicación como el discurso del Rey D. Felipe VI, y junto a ellos las plumas de los respectivos monarcas.
Un detalle que a los analistas no se nos escapa, frente a una pluma clásica la actualidad, la frescura y la regeneración de la pluma de nuestro actual Jefe de Estado.
Llega a su fin una escapada al alma de nuestra democracia: Gobierno y Monarquía, y en ambos España a demostrado que una transición pacífica es posible, debemos ser conscientes que sobre nosotros pesa la responsabilidad de ser un referente.
Agradecer a la Universidad Católica de Valencia que esto fuera posible y que lo fuera con el respeto, la cercanía y la profesionalidad de una gran institución que aboga por la calidad académica y humana.
Dispuesta a seguir creciendo con estas grandes experiencias.
Susi Boix, abogada y politóloga.