10 ene

Reflexión domingo 10 de enero

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,7-11):

En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma.
Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»

Palabra del Señor

Reflexión

Celebramos hoy la fiesta del Bautismo de Jesús y con ella concluimos el tiempo de la Navidad. Podemos decir que el Bautismo de Jesús es la consecuencia de su nacimiento en Belén. Jesús ha venido para salvarnos, ha nacido para crecer y enseñarnos el camino del amor.

Jesús al acoger el Bautismo de manos de Juan, nos invita a subirnos en su barca para conquistar un horizonte marcado por sus palabras y sus gestos. ¿Estamos dispuestos a seguirle? En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo descendió sobre Él, para indicarnos que, con su fuerza, que es el amor, va a llevar adelante la misión que el Padre le encomendó. Por lo tanto, el Bautismo es para Jesús el momento en el que inaugura su misión evangelizadora.

 Que la Solemnidad del Bautismo del Señor nos ayude a sacar de nosotros ese Niño Jesús que, hoy más que nunca, necesita crecer en nuestro interior y ser testimoniado ante el mundo.

pastoral

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